El Santos FC, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol brasileño, se encuentra nuevamente en una encrucijada. Tras un año para el olvido en la Serie B, el "Peixe" regresó a la máxima categoría con la ilusión de recuperar su grandeza.
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Sin embargo, el inicio de temporada ha sido un duro recordatorio de que los fantasmas del pasado aún acechan. La llegada de figuras como Neymar Jr. y Yeferson Soteldo generó una ola de optimismo entre los aficionados, quienes esperaban que su talento fuera el revulsivo necesario para el equipo.
No obstante, el rendimiento en los primeros tres partidos del Brasileirao ha sido decepcionante: dos derrotas y un empate, lo que sitúa al Santos en la decimoctava posición de la tabla, en zona de descenso.
Comunicado del Santos
Esta situación ha encendido las alarmas en la directiva del club, que ha tomado la drástica decisión de destituir al entrenador. La urgencia por enderezar el rumbo es evidente y perder la categoría vuelve a tocar la puerta.
“Santos Futebol Clube informa que el técnico Pedro Caixinha ya no dirige el plantel profesional. Junto a él, abandonan el slub los entrenadores asistentes Pedro Malta y José Pratas, el preparador físico, Guilherme Gomes, y el entrenador de porteros, José Belman. El entrenador asistente, César Sampaio, asume de forma interina. La Junta Directiva agradece al profesional y le desea éxito en su continua carrera”, publicaron en sus redes sociales.
La presión sobre Neymar y Soteldo
Ahora la responsabilidad recae sobre los hombros de Neymar Jr. y Yeferson Soteldo. Ambos jugadores llegaron al Santos con la misión de liderar al equipo hacia la victoria, pero hasta el momento no han logrado marcar la diferencia.
El ex jugador del Barcelona registra tres goles y tres asistencias en ocho partidos disputados (aunque las lesiones le han quitado regularidad). Mientras, el extremo venezolano lleva dos asistencias en 14 compromisos.
La afición espera que su calidad individual se traduzca en resultados positivos, pero el fútbol es un deporte colectivo y las individualidades no siempre son suficientes. El tiempo apremia y el Santos FC no puede permitirse más errores si quiere evitar un nuevo descenso.