Stefano Malavé Macri. Twitter: @StefanoMalaveM
El presente de la Juventus de Turín sigue siendo oscuro desde que regresó del parón de selecciones, pues solo ha podido cosechar dos triunfos en nueve partidos disputados desde aquel entonces y poseía una mala racha de cuatro derrotas consecutivas en competencias italianas.
Los dirigidos por Massimiliano Allegri, uno de los principales culpables del bajón de rendimiento de la Vecchia Signora, intentarían romper con ese maleficio al enfrentar a Bologna en el Estadio Renato Dall'Ara. No obstante, serían sorprendidos por un penal a los diez minutos provocado por Danilo Luiz Da Silva, el cual anotaría Riccardo Orsolini.
El primer tiempo bianconero fue de menos a más, aunque no lograría el empate. Minutos después del 1-0 en Emilia-Romagna, habría un penal en favor de la Juve, pero este sería fallado por un Arkadiusz Milik que quiso darse el lujo de brincar antes de patear la pena máxima.
El delantero polaco se redimiría en el complemento, cuando aprovechó una pelota muerta tras un intento de ataque de Federico Chiesa para soltar un bombazo con el que le haría rescatar un punto a su equipo. De igual forma, el ingreso a la cancha del inglés Samuel Iling-Junior hizo mejorar a los visitantes.
Las acciones finalizarían con marcador de 1-1, por lo que la Juve encadenaría seis partidos sin ganar en todas las competencias y, asimismo, perdería la oportunidad de subir al segundo puesto de la tabla tras el pinchazo de la Lazio. De este modo, Inter, Milan y Roma se acercan al cuadro piamontés.