Stefano Malavé Macri. Twitter: @StefanoMalaveM
El clásico indonesio entre el Arema FC y el Persebaya Surabaya, dos equipos de la zona de Jarva oriental, se convirtió en una tragedia para la ciudad de Malang. Lo que parecía ser un partido de fútbol normal terminó en una invasión al campo de los hinchas de ambos equipos tras la derrota 3-2 del Arema FC.
Ese fue el punto de inicio de los disturbios entre los fanáticos, que causaron un aproximado de 130 fallecidos y más de 180 heridos. Para controlar la situación, los cuerdos de seguridad arrojaron gases lacrimógenos en las gradas y el terreno de juego para dispersar a la multitud.
Más que solucionar el problema, las autoridades generaron pánico entre los aficionados, que ocasionaron una estampida que agravó la situación. Ante esto, la Shopee Liga 1 de Indonesia anunció la suspensión de los partidos restantes de la jornada.