Redacción Meridiano
Las dinámicas del fútbol son impredecibles, llenas de giros inesperados y, especialmente, de emociones. El Niza acaba de hacer justamente eso, lo impensado y lo impredecible: eliminar al PSG en los octavos de final de la Copa de Francia y dar a Lionel Messi su primera desilusión a solo dos semanas de enfrentar al Real Madrid en la Champions League.
El equipo dirigido por Christophe Galtier hizo la épica al eliminar al vigente campeón en la tanda de penaltis. Un muro de fusilamiento para los porteros y para el fanático 10 minutos no aptos para cardiacos. La tanda se definió en un solo momento: el fallo de Xavi Simons ante Bulka, portero cedido por el PSG. Ahora el Niza deberá superar a otro coloso, el Olympique de Marsella en los cuartos de final.
Leo pudo jugar después de recuperarse contra el Covid-19 y coger sensaciones en el partido contra el Reims, así Messi ante el Niza era titular por primera vez en 2022 y volvía con el dorsal '10', pues en la Copa los dorsales se rigen por la norma de la numeración ascendente, pero con Neymar fuera por lesión Lionel pudo vestirse la 10.
Además del resultado (0-0), el principal problema radica en un juego pesado sin ideas claras y sin precisión en los metros finales. Messi no halló líneas de pase para filtrar entre líneas, Mbappé no pudo galopar a los espacios y la pelota parece pesar una tonelada en cada ataque de los dirigidos por Mauricio Pochettino.
Las falencias colectivas no las pueden tapar las individualidades y el club parisino recibió del Niza una inesperada eliminación en la tanda de penales.
Todo esto a pocas semanas de jugarse el partido más importante de la temporada para el PSG, los octavos de final contra el Real Madrid. Un partido que será una final y donde Messi querrá evitar otra desilusión.