El Montjuic fue testigo de un emotivo reencuentro tras la contundente victoria 4-0 del Barça sobre el Dortmund en los cuartos de final de la Champions League. Marc-André Ter Stegen, capitán del equipo, esperó a Wojciech Szczesny en la entrada del vestuario, sellando su reconocimiento con un abrazo sincero. Sin embargo, la camaradería quizás esconda una competencia por la titularidad en el arco azulgrana.
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Ter Stegen, recuperándose de una lesión en el tendón rotuliano, se siente listo para volver a la acción en un par de semanas. Su regreso plantea una disyuntiva para el técnico Hansi Flick, mantener al imbatible Szczesny, quien acumula 21 partidos invicto, o devolver la titularidad al capitán alemán.
La decisión no es sencilla. Szczesny, quien llegó al Barça casi sin nada, ha sorprendido a todos con actuaciones estelares. Sus números hablan por sí solos, registrando 18 goles encajados en 21 partidos (0,85 de coeficiente) , 11 porterías a cero y paradas decisivas que han salvado al equipo en momentos clave.
El polaco, lejos de intimidarse, ha demostrado ser un competidor insaciable. Su personalidad arrolladora, su tranquilidad bajo palos y su capacidad para conectar con el vestuario lo han convertido en un pilar fundamental del equipo. Incluso, ha manifestado su disposición a ceder la titularidad a Ter Stegen, aunque nadie duda de su deseo de seguir siendo el número uno.
La vuelta de Ter Stegen añade tensión en la lucha por la portería del Barça. Flick tendrá que tomar una decisión difícil, sopesando el rendimiento actual de Szczesny y el estatus de capitán de Ter Stegen.