En las últimas semanas, el FC Barcelona ha cerrado contratos a largo plazo con varios de sus jugadores clave, lo que parece que les permitirá avanzar con buen pie. En los últimos años, el Barça ha ido a contracorriente de la tendencia al ignorar el mercado de fichajes de enero y, en este caso en particular, los vínculos con Marcus Rashford del Manchester United, prefiriendo priorizar las renovaciones de contrato.
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Sin embargo, puede que no sea el movimiento estratégico que parece. El FC Barcelona primero renovó el contrato con Gerard Martín, luego con sus estrellas Ronald Araujo, Gavi, Pedri y, más recientemente, con Pau Cubarsi. Se espera que las negociaciones con Íñigo Martínez y Robert Lewandowski también lleguen a buen puerto en breve.
La repentina oleada de renovaciones podría deberse a preocupaciones sobre su posición en el límite salarial de nuevo. En diciembre, el FC Barcelona acordó la venta de 475 asientos VIP por 100 millones de euros, alquilándolos durante los próximos 30 años a partir de la reapertura del Camp Nou. En teoría, eso era para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor, pero también devolvió al Barcelona a su límite salarial por primera vez en tres años y alivió las restricciones de gasto sobre ellos.
Renovar hoy, por si no es posible en el verano
Según Joan Fontes, la prisa por renovar se debe a que temen que eso ya no sea posible en verano. LaLiga no sólo desconfía del acuerdo de venta de los alquileres de las 475 localidades VIP, que podría anular por completo su impacto en el límite salarial, sino que también puede considerar que debe contabilizarse por año, dado que el acuerdo tiene una vigencia de 30 años, lo que significa que aportaría poco más de 3,3 millones de euros por temporada para sus cálculos del límite salarial, en lugar de los 100 millones de euros de esta temporada.
Por lo tanto, el FC Barcelona corre el riesgo de volver a gastar por encima de su límite salarial si esta medida entra en vigor y, por lo tanto, está sujeto a restricciones de gasto más estrictas una vez más. Actualmente, los clubes que superan su límite salarial solo pueden gastar el 60% de lo que ingresan o ahorrar en nuevos fichajes y salarios, lo que hace que cualquier contratación sea complicada.