La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha declarado inocente al árbitro José Luis Munuera Montero de un conflicto de intereses, tras las revelaciones sobre sus actividades empresariales fuera del ámbito del arbitraje. Munuera fue suspendido temporalmente por el Comité de Árbitros (CTA) y la UEFA mientras se desarrollaba la investigación, pero después de menos de 48 horas, esta ha sido concluida.
NOTAS RELACIONADAS
Munuera fue el centro de atención durante el fin de semana, después de expulsar a Jude Bellingham por decirle una grosería y no conceder ninguna de las apelaciones de penalti. Se enfrentó a las críticas de Bellingham y Carlo Ancelotti, y a ello le siguió una reacción violenta de la prensa madrileña. Mientras tanto, el martes Fede Valverde incluso se solidarizó con los árbitros, antes de publicar un tuit aclaratorio una hora después en el que decía que sí quería criticarlos.
Ese mismo día, se supo que Munuera estaba siendo investigado por su empresa Talentus Sports Speakers, por un posible conflicto de intereses. Se sugería que su empresa realizaba trabajos de consultoría para instituciones deportivas como LaLiga, la RFEF, el Aston Villa y el Manchester City.
Sin embargo, el Departamento de Cumplimiento Normativo ha concluido que no es así, según informa Diario AS. Tras una investigación, el abogado Nefer Ruiz ha constatado que no existe ningún conflicto de intereses, tras examinar la actividad registral, contable y comercial de la empresa, con la colaboración de Munuera.
“A la luz de la investigación interna realizada, se concluye que, desde una perspectiva legal y regulatoria interna, no existe ningún conflicto de intereses –ni real ni potencial- derivado de la relación empresarial del Sr. Munuera Montero con la RFEF.”
“En consecuencia, y teniendo en cuenta la normativa interna sobre conflictos de interés y las buenas prácticas de la RFEF, no existe motivo alguno que justifique la adopción de medidas contra el señor Munuera Montero”, explica un comunicado de la RFEF.
Vía libre para volver
Munuera podrá volver a arbitrar tanto a nivel nacional como internacional, y los resultados se enviarán a la UEFA y la FIFA. La RFEF ha enviado una circular en la que pide a los árbitros profesionales que consideren cuidadosamente sus actividades comerciales fuera del arbitraje para asegurarse de que no haya ningún conflicto de intereses, así como las de sus socios, con el fin de evitar posibles daños a la reputación basados en la imagen. También pueden establecer medidas adicionales para verificar periódicamente las actividades comerciales de los árbitros para prevenir posibles problemas en el futuro.