La Federación Española de Fútbol (RFEF) se alineará con LaLiga y su presidente Javier Tebas en el caso de Dani Olmo. Es decir, al FC Barcelona no podrán contar con el apoyo de la RFEF para inscribir a su jugador.
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Aunque los grandes clubes de LaLiga se han beneficiado a menudo de las disputas entre las autoridades del fútbol español para obtener ventajas, parece que soplan nuevos vientos desde el otro lado de los Pirineos. A partir del miércoles 1 de enero, los dos jugadores del FC Barcelona Dani Olmo y Pau Victor han sido oficialmente dados de baja de LaLiga, y el club catalán aparentemente no tendrá el respaldo de la federación española para inscribir a estos dos jugadores para la segunda mitad de la temporada.
Según la prensa española, la RFEF y su nuevo presidente Rafael Louzan seguirán el ejemplo de LaLiga —cuyo presidente Javier Tebas también ejerce como vicepresidente de la federación— y no atenderán ninguna petición del FC Barcelona.
"Después de todo el esfuerzo realizado para reparar las relaciones con LaLiga, no podemos quemar todos los puentes por un asunto que, además, está regulado", explicó a los medios madrileños una fuente de la RFEF, que añadió: "Es el FC Barcelona el que debería haberse atenido a las normas".
Deudas culés
El club azulgrana, con sus deudas, había inscrito a su fichaje estrella Dani Olmo el pasado verano hasta el 31 de diciembre utilizando el 80% del salario del defensa lesionado Andreas Christensen, gracias a una excepción que permite a los clubes sustituir a jugadores ausentes durante un largo periodo. Debido a los límites de gasto de LaLiga, Olmo jugó temporalmente a la espera de que el Barça resolviera sus problemas financieros.
El club, tras haber agotado las vías legales para ampliar la inscripción hasta el 30 de junio de 2025, anunció el martes que había solicitado una nueva licencia a la Federación Española de Fútbol, que efectivamente ha elegido su equipo.
Ante este punto muerto, al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, no le queda otra opción que encontrar varias decenas de millones de euros para cuadrar las cuentas y permitir así la inscripción tanto de Olmo como de Pau Víctor. La clave puede estar en vender entradas VIP para el nuevo Camp Nou a inversores adinerados.