La frase “Lo haré 10 veces si es necesario. No están preparados" escrita por Vinicius en su red social ‘X’ aún es recordada por muchos aficionados por el momento que vive actualmente.
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El año pasado, 2024, el brasileño se visualizó con el Balón de Oro en el bolsillo, sin embargo, el destino le cambió la jugada y el galardón terminó siendo para Rodri, jugador del Manchester City, tras conocer la noticia Vini expresó su sentir con un mensaje desafiante, que envió a través de sus redes sociales.
Tajante y desafiante, pero con la mirada siempre en alto y sin voltear a los lados, aseguró que haría 10 veces más lo que había logrado y que el resto no estaba preparado para lo que venía.
Un ascenso meteórico
Vinicius Jr. llegó al Real Madrid luego de la partida de Cristiano Ronaldo, y en medio de críticas y los rivales asechando, el delantero de lleno de orgullo y asumió un liderazgo importante, haciendo brillar su fútbol.
Sus 14 títulos, incluyendo 3 Ligas y 2 Champions, son testimonio de su talento. Con un impresionante récord de 11 victorias en 13 finales disputadas, y una temporada 2023-2024 estelar, con 26 goles y 13 asistencias, parecía imparable.
Sin embargo, el desafío "X10" marcó un punto de inflexión. Desde entonces, el rendimiento de Vinicius ha disminuido. Su brillo se ha ido apagando, y la sensación de ingobernabilidad que lo caracterizaba ha desaparecido. Números que antes lo catapultaban a la cima, ahora reflejan una realidad diferente: 6 goles y 4 asistencias en 23 partidos en 2025.
La promesa incumplida
El registro de goles/asistencias de Vinicius, que era de 0,87 antes del Balón de Oro, ha caído a 0,66. Esta disminución evidencia la dificultad de cumplir su promesa inicial. Además, episodios como su enfrentamiento con Maffeo y su pobre desempeño contra el Arsenal, donde tocó la pelota 38 veces y la perdió en 18 ocasiones, no logró tiros a puerta, pases clave o regates, han contribuido a esta percepción.
Desde ese lunes, 28 de octubre, el rendimiento del 7 no ha vuelto a ser el igual.
Ahora, Vinicius enfrenta un momento difícil. El apoyo del Bernabéu ha disminuido, y los silbidos resuenan en el estadio. Los penales fallidos lo persiguen. El fútbol, implacable y sin memoria, le exige reinventarse. Vinicius, quien aprendió a base de golpes, tendrá que volver a aprender esta dura lección.