El anhelado Clásico entre Real Madrid y FC Barcelona ha comenzado por todo lo alto. Estas dos oncenas no salen al campo a mirarse las caras, sino a proponer el mejor fútbol que cualquier fanático desea ver.
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Merengues y culés chocan en el Santiago Bernabéu por la jornada 32 de LaLiga española. Ambos conjuntos llegan en realidades completamente opuestas, los de Ancelotti vienen de clasificar a las semifinales de la Champions League contra el Manchester City, desde el punto penal.
Por su parte, los dirigidos por Xavi Hernández no lograron imponerse al París Saint-Germain y cayeron en la búsqueda del boleto a las semis.
Sin embargo, este domingo el partido es otro, el enfoque es distinto y los jugadores están descansados. Apenas en seis minutos del compromiso, Andreas Christensen puso adelante al FC Barcelona con un gol de cabeza.
El atacante brasileño, Raphinha, cobró un tiro de esquina desde la parte derecha del campo y el balón viajó por toda el área hasta llegar al segundo palo de Lunin, justo allí donde el guardameta no llegó con su puñó y Christensen castigó a la casa blanca.
De esa manera, el defensor central de los blaugranas convirtió el gol 300 de por vida de los catalanes contra la entidad merengue.