Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
"A este Barça le falta chispa" o "crea, pero no remata" eran algunas de las críticas que se tenían sobre el juego del Barcelona. Aquellos señalamientos es lo que Pierre-Emerick Aubameyang vino a desterrar del vocabulario culé. Esta tarde ante el Valencia estrenó su cuenta goleadora y dejó claro que vino a encarnar esas dos observaciones: velocidad y remate.
"Va muy bien al espacio. Es inteligente, humilde, trabajador... y ha hecho dos goles que le irán muy bien para su confianza", le piropeó Xavi mientras el árbitro del partido le adjudicaba un tercer gol tras el chute de Pedri que golpeó en su espalda. Es decir, incluso tiene la suerte del goleador.
Aubameyang no es un nueve clásico de área. De hecho, en varios momentos de su carrera el gabonés se perfiló al extremo para sacar ventaja de su enorme zancada y velocidad, porque en el área esa característica no es una ventaja.
Se puede decir que es un delantero que obtiene su mejor fútbol al sacar superioridad en carrera, alargar distancias para incrementar sus posibilidades de imponerse a su marca. Correr desde la cal en diagonal hacia la portería, fuera del campo de visión del central y mejor posicionado que el lateral para llegar antes al pase del compañero. Aunque, en sus últimas temporadas en el Arsenal Aubameyang optó por tirarse un poco más al centro y allí con su regate atacar el área chica para medirse de frente al portero rival, una solución eficaz que el Barcelona no tenía.
De hecho, con el partido empatado, Aubameyang desmotró al fin quién es con la camiseta del barcelona puesta, ya tenía 143 minutos con la elástica puesta y cero goles. Su cuenta inició en Mestalla, estadio que tiene una grata memoria con el gabonés - en el 2019 marcó un hat-trick con el Arsenal en la Europa League-. "Es un poquito como mi casa", bromeó el delantero tras el partido donde volvería a hacer un triplete.
Jordi Alba percutió la defensa ché con un pase exquisito -sexta en LaLiga- y Aubameyang con su velocidad y precisión frente a la portería marcó el primer gol en el Barça y lo festejó con su celebración predilecta: una voltereta. Una imagen idónea para un club que necesita darle vuelta a la situación deportiva y económica.
Los goles de Aubameyang
La celebración del primer gol de Aubameyang con el Barcelona: una voltereta para dar vuelta al contexto goleador del equipo / EFE
Pero aquel no fue su único gol. Luego, volvió a anticiparse tras un gran centro de Gavi para marcar el segundo, diana con suspense porque desde la sala del VAR tuvieron que trazar las líneas para validarlo. Finalmente, intervino de forma inesperada en su tercer gol tras un enorme disparo de Pedri; la pelota le dio en la espalda mientras se agachaba y desvió el cuero para hacer inútil la estirada del arquero, Mamardashvili. En el acta tras el partido, el árbitro le concedió el gol al gabonés.
"Es un privilegio tener a un delantero que ha venido gratis como él en el equipo", comentó Sergio Busquets tras finalizar el encuentro. El Barcelona tiene ahora a un posible gran goleador que necesitará un contexto favorable para seguir explotando su velocidad y su remate.
Un hombre al que imaginar desmarcándose insistentemente buscando el espacio que siempre pide Xavi. Ahora el técnico debe generar en sus mediocampistas -Gavi y Pedri- eficacia del último pase para seguir construyendo la cuenta goleadora de Pierre-Emerick Aubameyang.