FREDDY PERDOMO | @SpgFreddy
El “nuevo Barcelona” de Ronald Koeman comenzó LaLiga arrasando, tras golear en casa al Villarreal por 4-0, desplegando buen juego, sobrado de goles y con un Ansu Fati descomunal. Los azulgranas ganaron y gustaron, mostrando una imagen muy diferente del 2-8 ante el Bayern, último partido oficial del cuadro culé previo a este compromiso. Todos los goles cayeron en una primera parte con Fati como estrella, marcando dos goles y provocando un penal.
La falta de público en el estadio le vino de maravillas a Bartomeu y a Koeman, centrándose únicamente en el partido, que lo ganó desde el 11 inicial, mostrando un adelanto de lo que busca concretar el estratega neerlandés, dándole mucho protagonismo a Ansu Fati.
A falta de fichajes de renombre, qué mejor que un canterano de La Masía juegue a este nivel a sus 17 años eclipsando al mismísimo Messi. La primera media hora del 22 azulgrana fue sencillamente antológica. Incrustado en la banda izquierda del 4-2-3-1 de Koeman, el hispano-guineano marcó dos goles y provocó el penalti que materializó Messi.
Al borde del descanso el desquiciamiento amarillo vivió un nuevo episodio al marcar Pau Torres un autogol para el 4-0. Jugadores como Coutinho, Alba y De Jong jugaron a un gran nivel, alentando las aspiraciones del cuadro azulgrana, que buscará contratar en lo que queda de mercado.
A falta de 20 minutos, Koeman hizo debutar a Pedri y sacó a Dembélé a la cancha, que puede ser otro fichaje para esta temporada si se lo permiten las lesiones. Lo dicho, la solución puede estar en casa en vez de vender humo.
El partido decayó para suerte de Emery y Koeman aprovechó para que debutaran Trincao y Pjanic. Se fueron Griezmann, que sigue como la campaña pasada sin mucha participación, y Busquets. Ese cambio dejó claro que De Jong va a ganar mucho protagonismo esta temporada.