El partido de vuelta de la Europa League entre el Athletic Club de Bilbao y el Rangers estuvo marcado por una jugada que ha desatado la polémica en el fútbol europeo. Cuando el marcador aún estaba igualado sin goles, un forcejeo dentro del área entre el central del conjunto vasco Dani Vivian y el delantero nigeriano Cyriel Dessers terminó con la camiseta del atacante completamente rasgada en la zona del pecho. Las imágenes no tardaron en viralizarse, generando un aluvión de críticas hacia la actuación arbitral.
NOTAS RELACIONADAS
El agarrón, visible para todos los presentes en San Mamés y para quienes seguían la transmisión televisiva, no fue sancionado como penalti por el colegiado del encuentro, una decisión que condicionó el resto del duelo. Desde la banca del Rangers y en redes sociales, los reclamos no se hicieron esperar, apuntando a la inconsistencia en el criterio arbitral, especialmente en acciones tan claras como esta.
Bilbao se adelantó tras un penalti polémico a favor
Lo que terminó por encender aún más los ánimos fue que minutos más tarde, el árbitro sí señaló la pena máxima a favor del Athletic tras una jugada dentro del área del equipo escocés. Oihan Sancet fue el encargado de ejecutar con precisión desde los doce pasos, abriendo el marcador en un momento crucial del partido y cambiando por completo el rumbo del mismo.
La indignación entre los jugadores del Rangers fue evidente. Para muchos, la diferencia en la valoración de ambas jugadas resultó determinante, ya que un penal a favor del Rangers podría haberles dado la ventaja psicológica y táctica. En cambio, se encontraron por detrás en el marcador y obligados a arriesgar más en su planteamiento.
La polémica seguirá dando de qué hablar en los próximos días, y seguramente será tema de análisis en la UEFA, donde se exige mayor consistencia y apoyo tecnológico para evitar errores que puedan decidir el destino de una eliminatoria.