La decisión sobre la continuidad de Joao Félix en el Barcelona se presenta como una de las más importantes que deberá tomar la dirección deportiva en las próximas semanas. El jugador portugués, cedido por el Atlético de Madrid hasta junio, ha mostrado un rendimiento convincente, pero el factor económico se convierte en un obstáculo considerable para su fichaje definitivo.
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En el plano deportivo, el Barcelona no tiene dudas sobre el talento de Félix. Sus ocho goles en la presente temporada, su desequilibrio y capacidad para generar ocasiones lo convierten en un activo valioso para el ataque azulgrana. Sin embargo, algunos altibajos en su rendimiento, como el partido ante el Almería, han generado interrogantes sobre su regularidad.
El principal escollo para el Barcelona reside en el precio que exige el Atlético de Madrid. Los 70-80 millones de euros que solicita el club colchonero se antojan inasumibles para la tesorería azulgrana, al menos en este momento. La opción de una nueva cesión se perfila como la alternativa más viable, aunque el Atlético podría preferir un traspaso para obtener ingresos inmediatos.
La saturación en la banda izquierda del ataque también juega un papel importante en la decisión. Con la presencia de Ferran Torres, Ansu Fati (a su regreso del Brighton) e incluso Vitor Roque, quien ha actuado por esa banda en 2024, la posición de Joao Félix se ve comprometida.
En la banda derecha, Raphinha y Lamine Yamal también consolidan sus posiciones. Aunque Raphinha ha jugado algunos partidos por la izquierda, el Barcelona no contempla un gran desembolso por Joao Félix, al tener la zona bastante cubierta.
En definitiva, el futuro de Joao Félix en el Barcelona dependerá de una compleja ecuación entre rendimiento deportivo, economía y necesidades del equipo. Una cesión podría ser la solución más viable, aunque el deseo del Atlético de Madrid y las opciones de otros clubes podrían complicar la operación.