La reciente cumbre entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), LaLiga y el Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha puesto de manifiesto un creciente descontento entre los clubes de LaLiga hacia el Real Madrid. La presión constante y las acusaciones del club blanco hacia el colectivo arbitral han generado una oleada de rechazo entre sus pares, reflejando un ambiente tenso en el fútbol español.
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Todos contra el Real Madrid
Durante la reunión, que se extendió casi tres horas, los clubes asistentes –con Sevilla y Atlético de Madrid a la cabeza– expresaron su hartazgo por la actitud del Real Madrid. Representantes como Del Nido Júnior Carrasco y Gil Marín tomaron la voz cantante, denunciando el comportamiento del Madrid y su reciente comunicado tras el polémico partido en Cornellà.
En ese encuentro, ni el árbitro Muñiz Ruiz ni el VAR consideraron como tarjeta roja una dura entrada de Carlos Romero sobre Kylian Mbappé, un hecho que fue calificado como inaceptable y que provocó la reacción desmedida del club merengue.
Una amplía mayoría de los clubes españoles piden a la RFEF que haya sanciones para el Real Madrid. Aluden a su manera de actuar contra los árbitros y no acudir a la reunión junto a La Liga y el CTA
Real Madrid, ausente en la cumbre
La ausencia del Real Madrid en la cumbre fue particularmente notable. Su decisión de no participar se interpretó como una manifestación de descontento hacia el CTA y el sistema arbitral, evidenciando una falta de cohesión que ha preocupado a los demás clubes. Este acto de desdén ha colmado la paciencia de sus rivales, quienes unánimemente apoyaron la propuesta de hacer un cambio significativo en el sistema arbitral.
Rafael Louzán, presidente de la RFEF, utilizó la cumbre para anunciar un "cambio de modelo arbitral", describiendo la jornada como "histórica". Louzán enfatizó la necesidad de colaboración entre los clubes y destacó la importancia de crear un nuevo modelo que cierre la brecha entre la comunidad futbolística. Aunque dejó entrever que la ausencia del Madrid sería una oportunidad perdida para el diálogo, su postura reafirma la intención de avanzar hacia una estructura más unificada en la toma de decisiones.
En la misma línea, Rafa Yuste, vicepresidente del Barcelona, expresó el deseo de todos los equipos de España de trabajar juntos para fortalecer la cohesión en el fútbol nacional. Su comentario subraya el anhelo de unidad ante las disputas internas, evidenciando que la colaboración es la clave para abordar los problemas recurrentes dentro de LaLiga.
El rechazo colectivo hacia el Real Madrid refleja no solo un descontento hacia su falta de comunicación, sino un llamado urgente a la unidad en el fútbol español. El cual se ha visto afectado, sobre todo estos últimos días a raíz de los comunicados y presiones que ha ejercido el cuadro merengue acerca de su disgusto arbitral, sobre el cual los clubes siguen rechazando debido a que estos aseguran que el Real Madrid es hipócrita al solo hablar cuando les perjudica a ellos.