La temporada actual del Atlético de Madrid ha sido un auténtico tormento, con el equipo colchonero despidiéndose en los últimos dos meses de todas las competiciones. Tras ser eliminados en la Champions League por el Real Madrid y en la Copa del Rey por el FC Barcelona, la reciente derrota frente a Las Palmas acabó con cualquier esperanza de levantar la Liga. Este 'varapalo' ha generado críticas y una búsqueda de culpables entre los aficionados y expertos, y uno de los nombres que resalta en estas críticas es el de Antoine Griezmann.
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Griezmann, señalado
Durante los últimos años, Griezmann se ha consolidado como una pieza clave en el engranaje del Atlético, pero actualmente parece estar en una fuerte caída de rendimiento. Los detractores apuntan a que el delantero francés no ha logrado mantener el nivel que una vez lo definió como uno de los mejores jugadores del mundo.
Al observarlo en el campo, es difícil no notar que Griezmann ya no es el jugador impredecible y lleno de magia que deslumbraba con su creatividad y recursos. En cambio, su presencia ha sido descrita como la de un 'fantasma', con una falta notable de impacto y efectividad en los partidos.
Los números no mienten. En los últimos diez partidos disputados por el Atlético en diversas competiciones, Griezmann no ha sido capaz de marcar ni asistir en ninguna ocasión, un registro que resulta alarmante para un jugador de su calibre. Estas estadísticas han aumentado las críticas hacia él, especialmente en un momento donde el equipo necesita resultados y alguien que se haga cargo de la responsabilidad en los momentos decisivos.
Bajón de nivel en grandes escenarios
Además de su falta de goles y asistencias, su rendimiento en momentos cruciales ha dejado mucho que desear. En la reciente eliminatoria de Champions League contra el Real Madrid, su participación fue casi inexistente, y en el partido de vuelta de Copa del Rey frente al FC Barcelona, fue incapaz de hacer sentir su presencia. En un momento en que el Atlético luchaba por sobrevivir en la liga, su aportación resultó ser mínima.
Aunque algunos argumentan que este podría ser un bajón temporal del jugador, otros ven en su desempeño un posible indicativo de una etapa de declive relacionado con su edad, ya que Griezmann tiene 34 años. A pesar de tener contrato con el Atlético hasta 2026 y rumores sobre una posible renovación hasta 2027, el delantero necesita urgentemente recuperar su mejor forma si desea seguir siendo relevante en el esquema del 'Cholo' Simeone.
Es habitual que los jugadores experimenten una disminución de su rendimiento físico y técnico en la recta final de sus carreras, pero sigue siendo difícil de aceptar que un futbolista de la calidad de Griezmann no tenga aún más que ofrecer. El deseo de los aficionados es que el 'Principito' recupere esa chispa que lo definió y que, a pesar de las dificultades actuales, aún pueda grabar noches de gloria en la historia del Atlético de Madrid.