La FIFA y la Confederación de fútbol de Brasil están en una franca medición de fuerzas, que puede terminar muy mal para el ente federativo de la selección cinco veces campeón del mundo. Lo último que se espera sobre este careo es la visita al país de una comisión del máximo organismo del fútbol y -con ello- una serie de conversaciones que produzcan un diagnóstico más real de la situación.
NOTAS RELACIONADAS
Este encuentro de la FIFA con personalidades brasileras lo informó debidamente el organismo a los implicados cerrando el 2023 (31 de diciembre) y se daría a partir del 8 de enero de 2024. En principio, el viaje de esta misión tiene planificado reunirse con el expresidente destituido de la Confederación, Ednaldo Rodrigues, y con José Perdiz de Jesus, actual interventor, designado por la justicia.
Esta delegación tiene como líder a García Silvero, quien funge como director legal de la organización, que será acompañado por varios directivos, uno en representación de Conmebol. El abogado español Emilio García Silvero será otro de los integrantes de la comisión, como el jefe de la oficina legal y de cumplimiento de la FIFA; el georgiano Nodar Akhalkatsi, director de proyectos estratégicos y gobernanza; el abogado Rodrigo Aguirre, especialista en litigios de la Conmebol.
¿Qué está pasando?
La situación es más seria de lo que parece y erosionó desde el momento que el antiguo mandatario de la Confederación, Ednaldo, fue destituido del cargo el 7 de diciembre, nada más y nada menos que por un Tribunal de Justicia de Río de Janeiro. Esa decisión desembocó en un nuevo líder del ente federativo, eso sí, de forma provisional, en la figura de José Perdiz de Jesús, quien fungía como integrante del Tribunal Superior de Justicia Deportiva.
A partir de esa intervención, se le fijó la tarea de escoger a un nuevo presidente en 30 días hábiles, situación que, justamente, marcha en contraria dirección a las recomendaciones de la FIFA, que prefiere la resolución de estos conflictos sin la intervención de terceros y menos de la justicia.
De hecho, eso ya lo hicieron saber en una carta que remitieron a la Confederación brasilera: "Las asociaciones miembro de la FIFA deben gestionar sus asuntos de forma independiente y sin influencias indebidas de ningún tipo de terceros”, expresó la misiva, al tiempo que advirtieron que: “Si esto no se respeta, la FIFA no tendrá otra opción que remitir el asunto a su órgano de decisión correspondiente para su consideración y decisión, que también puede incluir una suspensión”.
Ese último punto es el que tiene en vilo a todos los estamentos futboleros en Brasil porque una suspensión los llevaría a quedar fuera de todos los torneos organizados por FIFA, afectando a la selección y a los clubes que compiten internacionalmente, como Preolímpico, Copa Libertadores, etcétera. Además, no es una noticia nada alentadora para un combinado que siempre ha estado en los mundiales, pero que ahora marcha con un duro presente, siendo inéditamente sextos en las eliminatorias al Mundial de 2026, con 7 puntos, por detrás de Argentina (15), Uruguay (13), Colombia (12), Venezuela (9) y Ecuador (8).