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La noche del pasado 22 de febrero, Barranquilla vivió uno de los momentos más importantes de la ciudad: la celebración de La Guacherna, un evento previo al carnaval. Sin embargo, lo más icónico de la fiesta que se apareció Shakira junto a sus hijos Milan y Sasha.
La barranquillera llegó a su país el 19 de febrero con la finalidad de presentarse luego de 18 años en su ciudad natal, esta vez como parte de su gira “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour”.
El 20 y 21 de febrero el estadio Metropolitano vivió dos noches épicas gracias a la energía de la colombiana. Por supuesto, no podía dejar pasar la oportunidad de gozarse La Guacherna, una fiesta a la que seguramente no acudía desde hace muchos años.
Shakira revolucionó Barranquilla
Lo más curioso de todo es que, gracias a su disfraz de Marimonda, la colombiana pasó desapercibida y muchos supieron de su presencia cuando ella compartió unas imágenes en su Instagram, donde además expresa su felicidad porque sus hijos pudieron vivir ese momento.
“Orgullosa de enseñarle a mis hijos mi cultura y la alegría de mi gente. Viva la guacherna en carnaval!”, escribió junto a unas videos con sus retoños que se veían muy emocionados por la festividad.
No obstante, lo que nunca se imaginó la artista pop es que sin tener esa intención, le dio fama al muro o ‘bordillo’ de una casa en el que se sentó para fotografiarse.
El nuevo "sitio turístico" de Barranquilla
Dada la revolución por la imagen de la intérprete de “Suerte”, los fanáticos no tardaron en irse hasta el famoso bordillo para tomarse fotos iguales a la que se tomó Shakira o simplemente presumieron su alegría por estar en el mismo lugar donde ella estuvo.
Quien no se imaginó el impacto fue la dueña de la vivienda ubicada en el barrio Boston, calle 63 con carrera 45, quien al día siguiente se percató de que la cantante había estado en ese mismo lugar.
“Yo la invito nuevamente, 'Shaki', para que me vea y me conozca, pero no camuflada”, dijo Noemí Herrera, la propietaria de la casa, la cual está en venta y ahora podría aumentar su valor.
“En el frente de esta casa ella se tomó su foto carnavalera. Mi cuñada está vendiéndola y debe cogerle más valor y más elegancia porque aquí estuvo la mujer más bella y más grande que tiene Barranquilla”, relató uno de sus familiares.