Tras años de espera, el príncipe Harry recibirá próximamente el jugoso patrimonio dejado por su bisabuela Elizabeth Bowes Lyon, madre de la reina Isabell II. Aunque la monarca fallecida el 30 de marzo del 2002, dejó la mayoría de su fortuna a su hija, también destinó dinero a sus queridos bisnietos, en especial al príncipe Harry.
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De acuerdo con lo revelado en el 2018 por Bazaar, aseguran que fue en el año 1994 cuando la conocida “Reina Madre”, tomó la decisión de incluir en sus testamentos a los bisnietos, pero favoreciendo a Harry por las siguientes razones.
Puro amor
Se dice que la fallecida sentía gran simpatía por el hijo menor del rey Carlos III, por su peculiar humor y cercanía con las personas. Además, aseguran que Elizabeth dejó la mayor parte a Harry, pensando que en el fututo Guillermo tendrá más beneficios económicos, ya que es el siguiente en la línea de sucesión para ser el rey de los británicos.
“Ambos debían compartir unos 14 millones de libras esterlinas. Sin embargo, la mayor parte del efectivo es para Harry, porque su hermano se beneficiaría cuando llegue al trono británico”, dice un artículo de la BBC, cadena oficial de la realeza.
Igualmente, afirman que los hijos del príncipe de Gales, George, Charlotte y Louis, tienen los puestos tres, cuatro y quinto en la línea de sucesión y cuando tengan sus hijos, desplazaron a Harry en la línea. Situación que hizo a Bowes pensar en el bienestar del peli rojo de 39 años.
En este sentido, aseguran que Harry podrá acceder al dinero tras cumplir los 40 años el próximo 15 de septiembre.
¿Pelea entre hermanos?
Ante el bonito gesto de la reina fallecida a su bisnieto, las cosas en el Palacio de Buckingham parecen que se han tornado negativa, por una supuesta mala actitud del futuro rey. Fuentes cercanas a los royals aseguran que William no está conforme, según considerando que su hermano no ha cumplido con todos los trabajos que se requieren por ser miembro de la corona.
Recordemos que en el año 2020 Harry junto a su esposa Meghan Markle, decidieron abandonar sus deberes reales y residenciarse en Estados Unidos, lejos de la familia británica. Situación que parece que hasta hoy incomoda a miembros los reales.