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Jalymar Salomón, conocida por su ser parte de los programas “El Club de los Tigritos” y “De boca en boca” de RCTV, abrió su corazón y contó la experiencia que la llevó a ser maquilladora de Chiquinquirá Delgado.
La actriz se vio obligada a migrar de Venezuela a Estados Unidos hace casi 10 años por las escasas oportunidades laborales en la televisión para aquel entones, fue así como llegó a “matar algunos tigritos” para poder sobrevivir. Si bien es cierto, a Jalymar Salomón, se le abrieron las puertas en Telemundo en varias producciones internacionales durante tres años, estas también mermaron, así lo dio a conocer en el podcast “Un besito pal corazón”, del creador de contenido Luis Franco.
Para la “Tigrita” no fue fácil lidiar con su ego luego de haber sido toda una estrella en las pantallas de Venezuela y reconocida por todos a ser una total desconocida en tierras extranjeras, pero, la criolla supo aplacar ese sentimiento. De acuerdo a su relato, una de sus pasiones son bailar y maquillar, fue así como le llegó la oportunidad de oro a través de un amigo del medio artístico.
El encuentro con Chiquinquirá
Fue en los camerinos de la cadena televisiva que se dio el primer contacto entre Chiqui y Jalymar después de tantos años, gracias a la propuesta de trabajo inesperada de ese amigo. Por supuesto, la exconductora de “El Club de los Tigritos” tomó un respiro para aceptar. Según cuenta, fue una experiencia enriquecedora haber maquillado a quien alguna vez fue su competencia.
“Cuándo esa mujer me vio entrar me dijo: ‘Qué haces aquí’, y le digo: ‘Te voy a maquillar’, ella me aplaudió, se quedó sorprendida y me trató con todo el amor del mundo”, acotó.
Recordemos que Jalymar Salamón fue una de las celebridades del canal RCTV y, mientras ella conducía “El Resuelve”, Chiquinquirá Delgado estaba animando “Portadas” en el canal de la colina a la misma hora, por lo que eran “rivales”.
“Matando tigritos”
La criolla, durante la entrevista ventiló un poco más de esos trabajos extras. Su primera clienta fue la pareja del abogado que la ayudó a sacar la visa, incluso llegó a maquillar a la exesposa de Daniel Sarcos.
Dejándose llevar por su gusto por el baile, la actriz mató un “tigrito” en el primer año de haber llegado que la llevó a certificarse en zumba para dar clases, por su puesto, muchos la reconocían y otros no, pero, su enfoque era enseñar y dar lo mejor de ella.