Este 20 de agosto llegó finalmente la confirmación que todos esperábamos: Jennifer López y Ben Affleck se divorcian. Fueron tres meses de intensas especulaciones que hablaban del quiebre entre “Bennifer” quienes a pesar de haber conservado en sus manos los anillos de matrimonio, la realidad era otra.
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Y es que, de acuerdo a una fuente de Us Weekly, la estadounidense ya no aguantaba la situación y ella misma introdujo los papeles de divorcio este martes en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, día en el que cumplía su segundo aniversario con el actor.
De acuerdo a la documentación, la separación se dio el 26 de abril, tres meses antes de celebrar sus dos años de matrimonio. Desde entonces, solo fueron vistos el 16 de mayo y ya no hubo registro alguno sobre ambos juntos, por lo que para la artista ya estaba más que clara la ruptura.
¿El anillo fue la mala suerte?
Ahora es cuando comenzarán a surgir detalles sobre este polémico matrimonio que no llegó a su segundo aniversario, y uno de ellos es el anillo. Recordemos que, para su compromiso, el protagonista de "Batman vs Superman" le regaló una sortija que tenía una enorme esmeralda verde, color favorito de JLo.
La argolla significó el renacer de un amor que tuvo lugar hace dos décadas, y lo que les aseguraba que esta vez podría ser diferente, cosa que sabemos no llegó a pasar. Para ese momento, ambos estaban muy seguros de su amor, por lo que, el diamante de 8.5 kilates guardaba con él un tierno mensaje.
"Not going anywhere" es decir, "para ningún lado", es lo que se leía en el grabado que mandó a hacer Ben para su amada mujer. En una entrevista para Apple Music, la intérprete de "Let's get loud" comentó que, el escrito que tenía el anillo era la manera en la que firmaba los correos electrónicos cuando comenzaron a escribirse de nuevo.