Han pasado algunas semanas desde que el comediante venezolano, George Harris, vivió aquel fatídico episodio en su presentación en el Festival de Viña del Mar, donde fue abucheado por un grupo de ciudadanos chilenos.
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Aunque llegó con la mejor actitud, el criollo no convenció al público y, lo que esperaba que fuera una exitosa rutina, terminó convirtiéndose en su peor pesadilla. Tras lo sucedido, George recibió el apoyo de toda su comunidad.
Al igual que muchos famosos que lo respaldaron, los internautas atribuyeron la situación a un acto de xenofobia, que hasta el momento no ha sido superado por nadie, ni siquiera por el propio humorista.
Harris descose su participación en Viña
Recientemente, el caraqueño publicó su última presentación en Miami, las cuales normalmente se llevan a cabo los días jueves, donde no tardó en recordar lo que tuvo que vivir el pasado 23 de febrero.
“¡Qué vain$ lo que nos ha pasado! Yo que estaba tan contento que iba para mi vain$, primer venezolano invitado a un festival internacional (...) Lo que pasó fue como cuando Will Smith le metió el coñ@zo a Chris Rock”, expresó.
“Uno se queda, maric*, con la cabeza... la diferencia es que en ese festival no existe Will Smith. Si hubiera una figura importante es como si Don Francisco me hubiera metido un coñ@zo”, agregó.
Entre tanto, no titubeó para lanzarla a la organización del evento viñamarino. “No se lo recomiendo a ningún comediante del mundo que pase por esa huev*n@da”.
Harris también ratificó lo que muchos comentan y es que, a su juicio, fue víctima de xenofobia. “Me subí en esa vain$ sin saber lo que me esperaba. Yo no tenía ni remota idea de esa vain$ que estaba montada, una vain$ xenofóbica, que odian a los venezolanos”, señaló.
“Tienen cuatro meses conmigo en pantalla de TV diciendo: ‘¿por qué invitaron a un venezolano?’, algo patético, una cosa violenta. No me lo esperaba”, sentenció el comediante 42 años.
George Harris quiso dejar claro que no se victimiza ni está sangrando por la herida. Además, afirmó que, la gente del sur “es muy depresiva” y a los chilenos “no se les entiende cuando hablan”.