Siempre hay quienes opinan que las segundas partes nunca son buenas, pero eso no se aplica en el caso de la Vinotinto, al menos desde la llegada de Fernando "Bocha" Batista. Con el estratega argentino, la selección venezolana se ha dotado de un gran sentido de orgullo que le lleva a pelear por los buenos resultados hasta el último minuto de juego.
NOTAS RELACIONADAS
Nada es casualidad, contra Paraguay, en la primera jornada de las Eliminatorias Sudamericanas como local, la Vinotinto lucho hasta los minutos finales y consiguió un penal que a la postre Salomón Rondón cambiaría por gol y sirvió para ganar. En el partido más reciente de Venezuela, contra México, el guión se repitió; el combinado criollo mejoró en la segunda parte para conseguir un penal que también terminó en gol de Rondón... Y en victoria para la Vinotinto.
El Bocha Batista cambia partidos
Muchos han sido los partidos en los que Venezuela se ha tenido que cambiar el chip e ir para adelante y buscar un buen resultado. Tanto en Brasil, como en Perú, la selección nacional se llevó un punto de visita, y todo gracias a la capacidad de reponerse a las adversidades desde el orgullo.
Una Vinotinto a puro corazón
El fútbol que en ocasiones le falta a la Vinotinto, lo compensa con una entrega y una voluntad de hierro digna de admirar. Lo que tanto representa al venezolano y que parecía perdido en el combinado nacional es lo que ahora mismo le permite decir presente en los cuartos de final de la Copa América y mantenerse como cuarto mejor equipo de las Eliminatorias Sudamericanas.