El pasado miércoles, 24 de enero, se vivió un duelo de pelota electrizante en el segundo partido de la final de la LVBP en el Estadio Universitario de Caracas entre Cardenales de Tiburones de La Guaira, mismo que terminó siendo favorable en el resultado para los locales bajo una pizarra de 10-12.
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Más allá del interesante choque deportivo de principio a fin, el encuentro quedó marcado por par de tánganas que se vivieron a lo largo del compromiso. La primera fue luego de la expulsión del serpentinero de los crepusculares Rodrigo Benoit tras pegársela en su primer picheo a Luis Torrens; la segunda, que causó mayor revuelo por la violencia física que se originó, fue causada por el "perreo desmedido" de Maikel García tras sacudir un jonrón para poner a ganar a los escualos en el octavo episodio de acción.
Una vez "el Barrendero" arrojó el bate en dirección al dugout visitante y llegó al plato haciendo un gesto del "reloj", se desató la furia de los jugadores de la novena larense, quienes, junto con los integrantes del roster de "los Salados", salieron a enfrentarse física y verbalmente en el terreno de juego.
Uno de los acontecimientos que más llamó la atención fue el protagonizado por los cubanos Yasiel Puig y Yunesky Maya, de Tiburones y Cardenales respectivamente. El veterano serpentinero de la escuadra dirigida por Henry Blanco le encajó un puñetazo a Puig cuando este estaba desprevenido y motivó a que se desatara una agresividad aún mayor no solo por parte del jardinero izquierdo de Tiburones, sino de todos sus compañeros.
El también cubano Henrry Urrutia se refirió a través de su cuenta oficial de X acerca de la situación, llamando a la paz entre ambos.
"No se puede hablar sin contexto pero para que Maya y Yasiel se dijeran algo al punto de golpearlo estoy seguro que es el calor del juego y la adrenalina, espero que luego puedan hablar y arreglar este problema, los amo a los dos", reza el escrito.