Es incuestionable a importancia de Harold Castro en el esquema y aspiraciones de Leones del Caracas para la temporada 2024-2025; en el “Tren del 23” cuentan con uno de los bates zurdos más hábiles, estables de toda la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), amén de que puede ofrecer versatilidad defensiva, dando solvencia tanto en el infield como en los jardines. Así lo ratificó en los dos años previos.
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Pero incluso alguien como él no está exento de caer en un bache, algo que le ha pasado al mismísimo Luis Arráez, por citar un ejemplo, o del mismo modo, tener un lento comienzo con el madero, tal como le ocurrió durante los dos primeros compromisos del recién comenzado torneo.
En ellos, Harold Arnaldo totalizó de 8-0, 1 boleto y 3 ponches; ante Águilas del Zulia en la inauguración se fue de 5-0, este martes nada pudo hacer contra Cardenales de Lara, de 3-0.
Para algunos caraquistas, y sabemos lo muy exigentes que son, la ausencia de producción puede inquietar, más cuando el equipo cayó fulminado por los Pájaros Rojos; esa felpa de 18x2 colaboró a que se vean más “graves” algunos detalles que todo equipo siempre deben corregir.
Aun así, existen sólidos motivos para no alarmarse, el mismo historial del utility con experiencia de Grandes Ligas muestra ha sabido sobreponerse a malos momentos y lentos arranques.
Harold Castro, antecedentes
De acuerdo a los registros del portal estadístico Quality Baseball, el dorsal 3 igualmente falló en sus primeros dos encuentros del certamen 2016-2017, cuando terminó de 4-0 antes de despachar imparable alguno; en esa ocasión no tuvo suerte en 1 turno legal ante Cardenales, así como en 3 vs Tiburones de La Guaira.
Adicionalmente, en la 2017-2018 tuvo 12 chances válidos antes de que llegase ese primer hit; enfrentó a Tigres de Aragua y dejó de 5-0, luego a Caribes de Anzoátegui para 3-0 y de nuevo a los bengalíes con 4-0.
Entonces ¿por qué no hay que preocuparse? Porque en esas campañas, al término de la ronda eliminatoria, sus promedios de bateo quedaron en .282 y .270, es decir, no se desbordó en batazos pero tampoco estuvo en la deficiencia. En esos dos años, los averages colectivos en la LVBP quedaron en .274 y .282.