En las últimas nueve temporadas, si hablamos de consistencia no podemos dejar de mencionar a los Cardenales de Lara. Una franquicia que se acostumbró a decir presente en las postemporadas, a disputar varias finales de forma consecutiva, y crear un modelo de organización ganadora que ha sido modelo en nuestra pelota profesional.
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Los actuales subcampeones de la LVBP iniciaron perdiendo siete de sus primeros 12 compromisos, pero en la última semana, han logrado cuatro victorias y solo dos reveses para ubicarse en el cuarto lugar de la tabla con récord de .500 a solo dos juegos del primer lugar.
Brazos bien aceitados
Los pájaros rojos han vuelto hacer gala de su pitcheo como lo fue el año anterior, siendo la segunda mejor efectividad colectiva de la liga con 3.99, y jugando en el Antonio Herrera Gutiérrez, esa efectividad mejora mucho más bajando a un 3.33, siendo el mejor cuerpo de pitcheo jugando en su casa.
Bateo intermitente
A la ofensiva, los Cardenales de Lara exhiben promedio de .276, el cuarto en la LVBP, son el segundo equipo que más carreras ha fabricado con 107, sólo superados por los Tiburones de La Guaira con 108, siendo Gorkys Hernández, Jermaine Palacios, Rangel Ravelo, Pedro Castellanos y Hendrick Clementina los encargados de la mayor parte de producción de carreras de los crepusculares en el primer tercio de campaña. Ahora, con la llegada de Danry Vásquez, brinda un poco más de estabilidad en el corazón ofensivo de la alineación.
La defensa debe mejorar
El conjunto larense es el segundo equipo con más errores cometidos hasta la fecha (19) solo Caribes tiene peor registro (20). Siendo Jermaine Palacios (6) quien encabeza el número de pecados en el equipo, a uno de su mayor registro en su carrera en la LVBP (7) impuesta el año pasado. También poseen la segunda cifra más baja de doble matanzas efectuadas con 21.
A pesar de las dificultades en las primeras semanas de octubre, los crepusculares han logrado retomar su vuelo, el año pasado no soltaron el primer lugar en casi todo el torneo, y este año quieren volver a decir presente en la instancia final. Con un pitcheo siendo el que menos carreras ha permitido, la clave está en que su ofensiva y defensa vayan en sincronía para asegurar las victorias necesarias y volvar directo al Round Robin un año más.