A falta de tres juegos para llegar a las tres decenas en la temporada 2024-25 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), los Tiburones de La Guaira han desmejorado considerablemente su rendimiento colectivo, después de haber tenido un excelso arranque de campaña en el cual sacaron más de tres juegos de ventaja como primeros en la tabla de posiciones.
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En contraste, al día de hoy 15 de noviembre, están establecidos en la cuarta plaza con balance de 14-13 habiendo hilado tres derrotas consecutivas y cosechado apenas dos victorias en sus 10 compromisos más recientes, la peor marca en de toda la liga en ese lapso junto con Caribes de Anzoátegui.
Fallas en el pitcheo y bajón a la ofensiva
Si algo respondió desde el primer día para Oswaldo Guillén y los suyos fue el pitcheo, tanto abridor como de relevo, una cualidad que les sirvió para sumar un buen número de resultados favorables tras los primeros 15 choques. Ese buena aportación de los brazos estuvo relacionada con la extraordinaria producción de los bates, los cuales formaban el mejor lineup ofensivo en el inicio de ronda regular.
Cuando todo parecía no tener techo para Tiburones, llegaron las malas noticias fue trastocada la buena dinámica de marcadores positivos que habían estado atesorando. Con la salida de Yasiel Puig, el cambio de Danry Vásquez y el decaimiento del rendimiento de los lanzadores relevistas, el "invencible" conjunto escualo comenzó a bajar considerablemente el nivel.
El punto del pitcheo es uno que deben mejorar cuanto antes si el deseo es volver a ganar el campeonato, pues con una efectividad colectiva de 5.03 son quintos del torneo en dicha categoría y su WHIP de 1.62 los sitúa en el penúltimo puesto, solo por delante de los Leones del Caracas, escuadra que también enfrenta un crítico problema en el desempeño mostrado por sus brazos.
Todavía resta más de un mes de ronda regular y las posibilidades de remontar posiciones para los Tiburones de La Guaira son infinitas, no obstante, hay problemas que deben ser solucionados de antemano para verdaderamente competir al máximo nivel.