El 28 de abril de 1995, el beisbol venezolano sufrió la irreparable pérdida de uno de sus grandes íconos: Gustavo Polidor. Conocido por su entrega, pasión y precisión, Polidor dejó una huella en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y en la historia de los Tiburones de La Guaira. Su trágico asesinato marcó el fin de una carrera llena de logros y reconocimientos que aún hoy siguen grabados en la memoria de los aficionados que lo vieron jugar.
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Una Carrera Brillante en la LVBP
Gustavo Polidor se destacó desde sus inicios al ser nombrado Novato del Año en la temporada 1980‑81, con 19 años, dejó promedio de .267 con 17 producidas y cuatro dobles en 48 compromisos. Durante la década de los 80, Polidor se consolidó como uno de los principales referentes de la llamada “guerrilla” de los Tiburones de La Guaira, equipo con el que obtuvo tres títulos en los años 1983, 1985 y 1986.
Triunfos en el Caribe y la Experiencia en la MLB
El legado de Polidor no se limitó a la LVBP. En 1989, se sumó al plantel de las Águilas del Zulia como refuerzo para disputar la Serie del Caribe, consiguiendo el título de Campeón del Caribe y demostrando que su talento trascendía fronteras. Este éxito le abrió las puertas a un nuevo desafío en el beisbol organizado. Durante ocho temporadas, Gustavo Polidor vistió los equipos de las Grandes Ligas, tales como los Ángeles de California, Cerveceros de Milwaukee y Marlins de Florida; dejó promedio de .207, dos jonrones, 35 empujadas, 15 dobles y un OPS de .489.
Un legado inolvidable
Aunque la trágica muerte de Polidor conmocionó al país, su legado vive en la memoria del deporte venezolano. Sus logros en la LVBP, desde el reconocimiento como Novato del Año hasta cada uno de los títulos obtenidos con los Tiburones, son testimonio de una carrera forjada con pasión, determinación y excelencia.
Gustavo Polidor fue asesinado el 28 de abril de 1995 en Caracas durante un intento de secuestro. Mientras acomodaba a su hijo pequeño en el asiento trasero de su vehículo, dos hombres armados lo interceptaron en el estacionamiento de su residencia.