Cada vez que José Alguacil atendia a los medios de comunicación hacia énfasis en la falta de profundidad en el infield de los Leones del Caracas.
Le preocupaba especialmente la salida de Antonio Piñero, campocorto campeón con Venezuela en el Mundial Sub23, y parte de los Cerveceros de Milwaukee en Estados Unidos.
Piñero tuvo que abandonar a los Leones por una virosis, una alergia que lo aquejó durante tres semanas. El joven prospecto de los Brewers estuvo medicado, en reposo, y decidió llamar a Milwaukee para contarles lo sucedido. La recomendación de los lupulosos fue que se detuviera, que descansara y se enfocara en la temporada 2022.
Sin embargo, todo cambió. Piñero sintió mejoría, empezó a superar la virosis y llamó a José Alguacil para contarle lo sucedido. Llegaron a un acuerdo y pudo volver a la manada: "Volví porque para mí es un sueño estar con Leones, el equipo de mi infancia. Hablé con Alguacil y él y la gerencia se encargaron de poder tramitar mi regreso" para calma de un cuerpo técnico que no tenía a quien acudir si Wilfredo Tovar, Ronny Cedeño o César Valera tuviesen que descansar.
"Las ganas de jugar con el equipo son muchas. Me enfermé, me dio fuerte el virus. Me quedé en casa descansando tomando medicamentos. Por como me sentía llamé a los Brewers, hablé con el Caracas y en un principio no seguiría. Después todo cambió" dijo el venezolano previo al séptimo duelo contra los Navegantes del Magallanes.
Además, resaltó que "donde ellos quieran ya estoy a disposición de jugar", algo que ha venido retomando el Caracas con su adición en los innings finales. Sobretodo en el shortstop, posición en donde más se ha desempeñado en ligas menores y en donde brilló con la selección en ese Mundial U-23.
Unas manos seguras, para fortalecer la defensa caraquista y terminar con más calma en ese aspecto los juegos de pelota.