En una noche donde los Piratas de Pittsburgh se impusieron 5-3 a los Astros de Houston en el Minute Maid Park, el receptor cubano Yasmani Grandal se convirtió en el centro de atención. Su cuarto jonrón de la temporada no solo acercó a su equipo en el marcador, sino que también lo colocó en un selecto grupo de bateadores cubanos en las Grandes Ligas.
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Grandal, quien se encuentra en su temporada número 13 en la MLB, conectó un soberbio cuadrangular en el sexto inning, aprovechando una recta del relevista Kaleb Ort. Con este batazo, el experimentado pelotero no solo amplió su cuenta personal de jonrones en la temporada, sino que también se acercó a marcas históricas en el béisbol cubano.
Un referente entre los cubanos en las Grandes Ligas
Con este jonrón, Yasmani Grandal se convirtió en el pelotero cubano número 19 en jugar para los Piratas de Pittsburgh y el tercero en conectar más de un cuadrangular con esta camiseta. Además, su cuadrangular número 189 en la MLB lo coloca en el octavo puesto entre los cubanos que han jugado en las Grandes Ligas.
El receptor también ha demostrado una gran habilidad para recibir bases por bolas, ubicándose en el quinto lugar entre los cubanos con más bases por bolas recibidas en la historia de la MLB. Con 662 bases por bolas, Grandal está a solo siete de alcanzar a Alexei Ramírez y podría convertirse en el séptimo cubano en conectar 200 jonrones.
Gran experiencia
A pesar de que sus 35 años podrían indicar que su mejor momento ha pasado, Yasmani Grandal sigue siendo una pieza fundamental en la alineación de los Piratas de Pittsburgh. Su experiencia, su poder y su capacidad para recibir bases por bolas lo convierten en un jugador valioso para cualquier equipo.
La actuación de Grandal en este encuentro es una muestra más de su talento y de su compromiso con el béisbol. Sin duda, el cubano seguirá dejando su huella en las Grandes Ligas y será recordado como uno de los mejores receptores cubanos de todos los tiempos.
En resumen, la destacada actuación de Yasmani Grandal en el juego de los Piratas contra los Astros no solo contribuyó a la victoria de su equipo, sino que también reafirmó su lugar como una leyenda del béisbol cubano.