Wilyer Abreu apenas tiene tres compromisos con el primer equipo y ya batea como si tuviera tres años de experiencia en las Grandes Ligas. Las Medias Rojas de Boston saben muy bien de sus capacidades tanto en los jardines como con el bate, y es por eso que no han dudado en darle estas oportunidades que ha sabido aprovechar.
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Aunque su situación no sea la mejor, el equipo necesita sumar más victorias para de esa manera finalizar la temporada lo mejor posible y así apostar por un cupo en el Comodín. En la jornada de este jueves se destaparon a batear en el último duelo contra los Astros de Houston, el cual finalizó con un triunfo aplastante de 17-1.
Allí, Abreu se llevó todos los focos de atención cada vez que se paró en el cajón de bateo. En su primera aparición en el plato, en el segundo inning, descargó toda su fuerza con su primer vuelacercas gracias a un elevado de 431 pies, que tuvo una velocidad de salida de 108.7 mph para aterrizar entre los jardines izquierdo y central.
Si bien sus siguientes turnos fueron un ponche y una base por bolas, el zuliano la vio perfecta en sus demás oportunidades. El sexto capítulo lo abrió con un sencillo al jardín derecho. En el octavo también conectó un hit por la misma pradera, pero esta vez para impulsar otra rayita. Mientras que en el noveno pegó un doble con una línea fuerte por el costado derecho para llevar a otro compañero hasta el home.
De esta manera, el venezolano de 24 años firmó su mejor día hasta ahora con Boston en las Mayores. Se fue de 5-4 con doble, jonrón, dos carreras anotadas, cuatro impulsadas, un boleto y un ponche. Asimismo, cabe recordar que en la jornada de ayer también remolcó una rayita, pese a irse en blanco en cuatro ocasiones.