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En una noche inspirada en el Busch Stadium, los Cerveceros de Milwaukee ofrecieron una contundente demostración ofensiva al vencer 7-1 a los Cardenales de San Luis. El triunfo estuvo marcado por un dato poco común en el beisbol de Grandes Ligas: todos los titulares de Milwaukee registraron al menos un imparable en el compromiso, contribuyendo de manera colectiva a una de las victorias más sólidas de su temporada.
Desde el primer inning, los Cerveceros mostraron su agresividad en el plato, combinando batazos oportunos con una disciplina notable para desgastar al cuerpo monticular rival. La ofensiva no dependió de un solo bateador, sino que fue una producción balanceada que mantuvo la presión constante sobre los lanzadores de San Luis, quienes no encontraron respuestas para frenar el ataque visitante.
El careta venezolano William Contreras, figura importante en el orden ofensivo de los Cerveceros, también se sumó a la fiesta. El receptor terminó la jornada de 4-1, con una carrera impulsada, una carrera anotada y un boleto negociado, ratificando su rol clave tanto en la ofensiva como detrás del plato. Su aporte se hizo sentir en un momento oportuno, cuando Milwaukee comenzó a abrir la ventaja en el marcador. Jackson Chourio no se quedó atrás y ligó de 5-2.
Además de la labor con el bate, los Cerveceros contaron con una actuación sólida desde el montículo, limitando a los Cardenales a apenas una carrera en toda la noche. El control del juego en ambos aspectos, ofensivo y defensivo, deja claro que Milwaukee atraviesa un gran momento en esta parte del calendario.
Con esta victoria, los Cerveceros reafirmaron su posición como uno de los equipos más consistentes de su división y enviaron un mensaje claro de su capacidad para enfrentar cualquier reto colectivo. Ahora, buscarán extender este buen momento en el resto de la serie ante unos Cardenales que deberán ajustar su estrategia si quieren evitar ser barridos en casa.