El beisbol da momentos de muchísima felicidad. El trabajo y el sacrificio mayormente son bien recompensados en el transcurso del tiempo. En esta oportunidad le tocó celebrar a J.C. Escarra, un receptor de 29 años de edad, nacido en Florida, pero con padres latinos. Luego de cinco temporadas en Ligas Menores y la misma cantidad de participaciones en Spring Training, finalmente ha hecho el equipo.
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Pertenece a los Yankees de Nueva York y el mandamás Aaron Boone le ha informado que logró entrar al roster de cara al Opening Day de la temporada 2025 de las Grandes Ligas. En la primavera ha bateado para .333 con 16 hits conectados, 3 jonrones, 8 carreras impulsadas, 7 anotadas, 2 boletos y 11 ponches en 48 turnos legales.
Sin duda el momento más emotivo fue cuando Escarra se decidió a llamar a su señora madre para contarle lo sucedido. La conversación inicia de lo más normal, como si fuera un contacto rutinario con su mamá. "Hola mamá", le dice el careta, a lo que le responde: "¿Cómo tú estás mi amor? Aquí estoy hablando con su abuela", con una alegría indescriptible. Ya saben... con ese amor de madre que no se puede comparar.
La cosa se empieza a poner mejor cuando el pelotero le informa que conversó con el mánager del equipo. "Acabo de hablar con Boone". Es aquí donde el aliento empieza a cortarse y la respiración se agita en cuestión de microsegundos. "¿En serio? Dime", soltó su madre con esa intuición de que algo bueno había sucedido.
"Vamos pa' Nueva York", fue la frase de Escarra que terminó de romper esa frontera entre una conversación normal y una interacción con la mejor noticia que le pudieron haber dado a su mamá. La euforia se desató, la alegría no se podía igualar con nada. "Se cumplió el sueño", comentó J.C. y desde este instante los gritos se ahogaron en un llanto de felicidad, las lágrimas salían solas, sin control. Pero todo era alegría.
Escarra tampoco pudo soportar mucho más. Entre lágrimas y conmovido, le dijo a su madre: "Lo hicimos". Guao, en este momento la piel se eriza, porque solo ellos saben todo el trabajo y los malos momentos que tuvieron que pasar para alcanzar el anhelado sueño de llegar a la Gran Carpa.
"Nos vamos pa' Nueva York. Esto es muy bello mi amor", le dice su parienta y el receptor le responde con una breve frase que generó mucha más emoción. "Hay que comprar un pasaje".
Luego la señora madre de Escarra le pregunta cómo fueron esas palabras de Aaron Boone para indicarle que no debía marcharse a ningún lado, pues se mantendría con la organización en el Big Show. "Que hice el equipo", le respondió su hijo. Es acá donde se despiden, aunque con ganas de seguir hablando.
Sin duda alguna, ha sido un episodio sumamente emotivo, tanto que los Yankees de Nueva York han decidido compartirlo en sus redes sociales. Debemos recordar que los peloteros profesionales siguen siendo personas, seres humanos, con sentimientos. Podrán trabajar mucho, seguramente serán un poco más fríos entre tanta competitividad, pero nadie puede resistirse a las lágrimas de una madre y la emoción por contarle una grandiosa noticia.