Para los peloteros jóvenes e inexpertos, la clave para establecerse en las Grandes Ligas es sacarle el máximo provecho a cada una de las oportunidades que aparezcan en el camino. Hasta los momentos, se puede decir con propiedad que justamente eso es lo que está haciendo Rafael Marchán con los Phillies de Filadelfia.
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El joven receptor venezolano fue subido a Las Mayores nuevamente este año, luego de que J.T. Realmuto sufriera una dura lesión que lo apartará de los terrenos por un importante período de tiempo. Aunque no ha sido titular indiscutible, el criollo sí ha tenido tiempo de juego, que ha aprovechado para despertar una faceta nueva para él: los cuadrangulares.
Durante toda su estancia en las Ligas Menores, Rafael Marchán siempre se mostró más como un bateador de contacto que como un toletero con capacidad de dar batazos contundentes. Sin embargo, el ser subido a las Grandes Ligas ha sido el plus que necesitaba el tachirense para demostrar que también puede conectar jonrones.
El poder de Rafael Marchán
En lo que va de 2024, Rafael Marchán ha logrado conectar tres cuadrangulares en los 36 turnos que ha tenido con los Phillies de Filadelfia. Con estos vuelacercas el oriundo de San Cristóbal suma cinco batazos de vuelta completa en 104 apariciones al plato de por vida en las Grandes Ligas.
Curiosamente, si revisamos sus estadísticas en las Ligas Menores, podremos darnos cuenta de que Marchán acumula tan solo ocho cuadrangulares en 1.673 apariciones al plato de por vida, por lo que sin duda su poder jonronero se ve mucho más en la Gran Carpa.
Por ahora, 2024 está siendo un buen año para Rafael Marchán, quien muestra una sólida línea ofensiva de .250/.290/.556/.845. Si logra mantener el ritmo, sin duda alguna su valor dentro de Las Mayores aumentará de manera importante.