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Tres títulos de bateo consecutivos tiene Luis Arráez en las Grandes Ligas. El venezolano se ha establecido como uno de los mejores bateadores de contacto en los últimos tiempos en el mejor beisbol del mundo. Sin embargo, muchísimos aficionados y algunos otros periodistas lo han dejado por fuera cuando se habla de los toleteros "élite" de la Gran Carpa.
¿Qué debe hacer Luis Arráez para que sea considerado un bateador élite?
Esta pregunta no tiene grandes respuestas, más allá de la obviedad. "La Regadera" se caracteriza por su swing veloz y su vista privilegiada que lo lleva a ser el bateador con más contacto de todo el circuito de la MLB.
Su intención de llevar el madero con dirección a la pelota, sin importar en qué lugar de la zona sea ese pitcheo, sacrifica la fuerza que pueda tener su mecánica. No es lo mismo "sentarse" a esperar una recta y generar un batazo contundente apenas pueda descifrarla, que tener la posibilidad de dirigir una pelota sin importar la rotación que esta pueda llevar desde el morrito hasta el plato.
Las tres coronas de bateo de Arráez, la primera con Mellizos de Minnesota en 2022, la segunda con Marlins de Miami en 2023 y la tercera con Padres de San Diego en 2024, son una muestra de lo que es capaz el oriundo de San Felipe, estado Yaracuy. Desde el 2021 Arráez no termina una temporada con un AVG por debajo de los trescientos puntos porcentuales (.294), en la que estuvo bastante cerca, de hecho.
Es atrevido opinar ligeramente sobre un hombre que es capaz de causar estragos en un circuito donde entran en acción los mejores peloteros del mundo. A pesar de esto, puedo decir que hay solo dos aspectos que podría mejorar Luis Arráez para finalmente ingresar en el debate de los bateadores élite, aunque para mí ya tiene méritos para ser catalogado de esa forma. Ese par de ajustes o detalles son: jonrones y boletos.
"La Regadera" nunca ha destacado por la fuerza
Es verdad, el criollo no es un tipo de fuerza bruta y apenas tiene 28 vuelacercas en seis zafras disputadas en Las Mayores. Pero es que tampoco podemos pedirle a un caballero del contacto que sacrifique su forma de batear para complacer a algunas personas externas al terreno de juego. Nunca ha sido un slugger. En su estancia por Ligas Menores, desde 2014 hasta 2021, solo acumuló 6 batazos de vuelta completa y no precisamente por eso fue que ascendió al equipo grande de los Twins.
Y si ampliamos un poquito más el radar, recordamos que Arráez nunca ha conectado un jonrón en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), torneo donde jugó tres contiendas (2015-2016, 2016-2017 y 2018-2019) con Navegantes del Magallanes.
Los boletos, una cuenta pendiente para el venezolano
Por otro lado, una comparación sumamente sencilla: Arráez es un bateador que difícilmente se ponche seguido gracias a su contacto, pero en su trayectoria por MLB ha sido pasado en 194 oportunidades en 2.624 turnos legales. ¿Esa cifra les parece sorprendente? La suma de boletos no lo es tanto, debido a que solo ha logrado negociar dos pasaportes más que su total de ponches (196 en 2.858 apariciones en el plato).
Vamos a realizar otra comparación, esta vez con algunos jugadores que sí son considerados bateadores élite en Grandes Ligas. Juan Soto, la figura mejor pagada en la pelota norteamericana y ahora perteneciente a los Mets de Nueva York, ostenta un OBP (porcentaje de embasado) vitalicio de .421, teniendo en cuenta que el dominicano sí es un slugger y no sería un escándalo verlo poncharse. Es aquí donde Luis Arráez empieza a demostrar una debilidad tremenda. Soto, en 7 temporadas, tiene 696 ponches, pero compensa con una gran cifra de 769 pasaportes en 4.088 oportunidades con el madero.
Aaron Judge, capitán de los Yankees de Nueva York, en el mismo renglón del OBP ha acumulado .406 en su permanencia en el máximo nivel por 9 calendarios, tres más que Arráez. Mientras tanto, Arráez solo ha podido conseguir .372 en ese importante apartado ofensivo.
El venezolano no ha sido capaz de demostrar una mejor paciencia en el plato e intentar sacarle lanzamientos a los serpentineros, lo que es un pecado para ser un primer bate si no se tratase del mejor bateador de contacto de las Grandes Ligas. A pesar de tener ese título destacado, me parece que de igual manera debe mejorar significativamente la negociación de boletos.
Esos son los dos puntos importantes que "La Regadera" podría pulir para recopilar más méritos con la intención de ser considerado un bateador élite, aparte de las carreras empujadas claro. La producción del criollo se ve mermada también por su colocación en el primer lugar de la alineación de los Padres, lo que le quita una posibilidad por juego de llevar compañeros hasta la goma.
Veamos lo que logra hacer Luis Arráez en la temporada del 2025 con los Frailes. Lo que sí es una certeza es que el venezolano seguirá siendo un bateador sumamente complicado de retirar y se mantendrá como uno de los mejores hiteadores en el mejor beisbol del mundo. Se dice fácil, ¿no?
