El "ojo negro" es una práctica común entre los beisbolistas, especialmente los receptores y los jugadores de posición que requieren una visión aguda para seguir la trayectoria de la pelota. Consiste en aplicar una sustancia negra, generalmente una grasa o una tira adhesiva, debajo de los ojos con el objetivo de reducir el resplandor de la luz solar o artificial.
NOTAS RELACIONADAS
¿Por qué se utiliza el ojo negro?
- Reducción del resplandor: La luz del sol o los reflejos de las luces artificiales pueden dificultar la visión de los jugadores, especialmente cuando se enfrentan a un lanzamiento rápido o una pelota bateada hacia el cielo. El ojo negro ayuda a crear un contraste más definido entre la pelota y el fondo, mejorando así la percepción visual.
- Mejora de la sensibilidad al contraste: Algunos estudios sugieren que el ojo negro puede aumentar la sensibilidad al contraste, lo que permite a los jugadores detectar objetos en movimiento más fácilmente.
- Tradición y superstición: Además de los beneficios prácticos, el uso del ojo negro se ha convertido en una tradición en el béisbol. Muchos jugadores lo utilizan simplemente porque siempre lo han visto hacer a otros, o porque creen que les trae buena suerte.
¿Qué sustancias se utilizan?
- Grasas especiales: Existen productos comerciales diseñados específicamente para este propósito, que suelen contener ingredientes que absorben la luz y reducen el brillo.
- Tiras adhesivas: Algunas marcas ofrecen tiras precortadas de color negro que se adhieren a la piel debajo de los ojos.
- Pintura negra: En ligas menores o en prácticas informales, algunos jugadores utilizan pintura negra para crear el efecto deseado.
¿Es efectivo el ojo negro?
Aunque no existen estudios científicos definitivos que demuestren de manera concluyente la eficacia del ojo negro, muchos jugadores afirman que les ayuda a mejorar su rendimiento en el campo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la percepción visual es un factor complejo que puede verse afectado por numerosos factores, como la fatiga, el estrés y las condiciones climáticas.