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El año 2019 fue un testimonio del poderío inagotable de Nelson Cruz. A una edad en la que muchos jugadores comienzan a sentir los efectos del paso del tiempo, Cruz demostró que aún tenía mucho que ofrecer al beisbol. Con 38 años, el dominicano desplegó una temporada que quedará marcada en los libros de historia de los Mellizos de Minnesota.
Conectó 41 cuadrangulares, impulsó 108 carreras y, lo más impresionante, estableció un nuevo récord de franquicia con un porcentaje de slugging de .639. Estas cifras son dignas de un jugador en el apogeo de su carrera, no de alguien que se acerca a las cuatro décadas de vida.
Cruz se convirtió en una fuerza imparable en la alineación de los Twins, demostrando una consistencia y un poder que pocos bateadores pueden igualar.
Sin embargo, a pesar de sus números asombrosos y su impacto en el equipo, Nelson fue notablemente ausente del Juego de Estrellas. Esta omisión generó un gran debate en la comunidad del deporte, ya que muchos consideraron que sus estadísticas y su contribución al juego lo hacían merecedor de un lugar entre los mejores jugadores de la Liga Americana.
La ausencia de Cruz en el Juego de Estrellas de 2019 sirvió como un recordatorio de que los números no siempre cuentan toda la historia. A veces, factores como la popularidad y la narrativa pueden influir en la selección de los jugadores. No obstante, el legado del dominicano en esa temporada quedó inalterado. Su rendimiento fue una inspiración para jugadores jóvenes y viejos por igual, demostrando que la pasión y el talento pueden superar cualquier obstáculo.
La temporada de 2019 de Nelson Cruz fue un recordatorio de que la edad es solo un número. El dominicano demostró que, con el trabajo duro y la dedicación, es posible alcanzar la excelencia a cualquier edad. Su ausencia en el Juego de Estrellas puede haber sido una injusticia, pero su lugar en la historia del beisbol está asegurado.