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Para nadie es un secreto que los Dodgers de Los Ángeles tienen una de las ofensivas más temibles de todas las Grandes Ligas. Este 2024 luce gigantesco para los azules, luego de moverse a la perfección en la temporada muerta y contratar a toleteros como Shohei Ohtani y Teoscar Hernández, que se añadieron a los siempre peligrosos Mookie Betts y Freddie Freeman.
Un camión de leña es lo que presentan los dirigidos por Dave Roberts, que se han convertido en los principales favoritos para disputar el Clásico de Otoño y repetir lo que hicieron en el 2020; alzar el anhelado trofeo.
Claro está que el rendimiento de su cuerpo de lanzadores será fundamental para encaminar los compromisos, pero también su toletería juega un papel importante, pues jugadores como Mookie tienen la capacidad de remontar un cotejo con tan solo un swing.
El oriundo de Nashville, Tennessee, ha sido un "Dodger" desde la campaña del 2020, justo cuando se consagraron campeones de la Serie Mundial por última vez. Previamente, perteneció a los Medias Rojas de Boston, equipo con el que ascendió como pelotero y se desarrolló en la Gran Carpa. Ahora los frutos son disfrutados por Los Ángeles.
En la mañana de este jueves, 21 de marzo, la organización de California se enfrentó a los Padres de San Diego por el segundo encuentro realizado en Seúl, Corea del Sur, con los que abrieron el telón de la zafra regular del 2024. El primer cotejo fue ganado por los Dodgers con una grandiosa remontada, pero en la edición de hoy no contaron con la misma suerte.
Sin embargo, lo que si tuvieron fue una espectacular versión de Betts, quien ligó de 5-4 con un boleto negociado, un doble y un cuadrangular, además, remolcó seis anotaciones y pisó el plato en dos oportunidades.
No es rutinario ver que un bateador empuje seis unidades en un mismo compromiso, por lo que resulta particular e increíble. Según Dodger Insider en X (anteriormente Twitter), es la cuarta vez que Mookie impulsa esa cantidad en un choque y la última vez había sido en el 2017 cuando todavía lucía la indumentaria de los Medias Rojas de Boston, en un juego ante Atléticos de Oakland.