El Salón de la Fama de Cooperstown es el más alto reconocimiento para los jugadores más icónicos del deporte. Sin embargo, no todos los grandes nombres encuentran su lugar en sus prestigiosos pasillos. Incluso, varios con más de 500 jonrones han quedado fuera del recinto hasta ahora, ya sea por inelegibilidad o controversia.
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Miembros del club 500 HR que no son inmortales
En la cúspide de los que aún no califican se encuentran Albert Pujols (703 HR) y Miguel Cabrera (511 HR). Ambos terminaron sus carreras recientemente, y su ingreso al Salón parece inevitable. Pujols, con una mezcla de poder y consistencia que lo colocan entre los mejores de todos los tiempos, y Cabrera, un maestro del bateo y ganador de la Triple Corona, tienen credenciales difíciles de cuestionar.
Sin embargo, para otros nombres en esta lista, la historia no es tan sencilla. Alex Rodríguez (696 HR), Sammy Sosa (609), Mark McGwire (583), Rafael Palmeiro (569) y Manny Ramírez (555) están marcados por su asociación con el uso de sustancias para mejorar el rendimiento. Aunque sus estadísticas son innegablemente sobresalientes, el estigma de la "era de los esteroides" ha puesto en duda su legitimidad.
"A-Rod", en particular, enfrenta una batalla cuesta arriba debido a su suspensión por dopaje, a pesar de ser uno de los jugadores más completos en la historia del deporte.
Gary Sheffield (509 HR), aunque no vinculado directamente con sanciones de dopaje, también ha sufrido las consecuencias de la era en que jugó. Su carrera estuvo marcada por el poder al bate y una presencia intimidante en el plato, pero su vínculo periférico con los esteroides ha reducido el apoyo que recibe en las boletas.
Cooperstown, por ahora, mantiene cerradas sus puertas para leyendas del deporte que hicieron uso de sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.