La noche del miércoles quedará guardado por los libros de los récords del beisbol de las Grandes Ligas, en la historia de los Phillies de Philadelphia y del corazón de Michael Lorenzen, quien lanzó su primer juego sin hits, ni carreras en su corta carrera como abridor y en tan solo su segunda apertura con el actual campeón de la Liga Nacional.
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El derecho, fue adquirido el primero de agosto por el equipo que hace vida en la "Ciudad de los Deportes" y en ambas, ha lucido muy sólido, pero en esta oportunidad, el serpentinero ha superado todos los niveles; puesto que completó una hazaña que muy pocos lanzadores pueden conseguir y así ver su nombre plasmado en toda la historia de este deporte.
Sin embargo, Lorenzen también emuló a un importante lanzador de Las Mayores y ese fue Bob Lemon, quien hasta ayer era el único jugador del beisbol organizado en completar un No-Hitter después de haber comenzado su carrera como pelotero. Lemon, logró este hito en la temporada de 1948 después de haber defendido el center field en una decena de encuentros en 1946.
De esta manera, el nacido en California ha hecho historia y a sus 31 años puede considerarse uno de los brazos más dominantes del momento y tras tener un buen inicio con los Tigres de Detroit, los Phillies decidieron apostar por él y este no ha defraudado. Además de considerarse a partir de ahora, una pieza fundamental para llevar a su nuevo equipo a la postemporada.
Lorenzen, en un par de aperturas, solamente ha permitido dos carreras limpias en 17 entradas completas. Sin dejar a un lado sus 10 bateadores recetados y una pletórica efectividad de 1.06 con un WHIP de 0.65. En cambio, con Detroit sumó un total de cinco victorias en 18 presentaciones y dejó su efectividad en 3.58 durante este tramo de la presente zafra.