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Los Mets de Nueva York se encuentran atravesando un bache ofensivo que ha generado preocupación entre los fanáticos y la organización. Desde el 14 de julio, el equipo ha exhibido el tercer peor promedio de bateo de toda la MLB con corredores en posición de anotar, con .195.
Solo los Medias Blancas de Chicago (.185) y los Gigantes de San Francisco (.181) presentan números más desalentadores en este aspecto crucial del juego.
Esta incapacidad para producir con hombres en base ha tenido un impacto directo en los resultados del equipo. A pesar de tener un récord de 10-9 en este período, los Mets han dejado escapar numerosas oportunidades de sumar victorias.
Varios factores podrían estar contribuyendo a este bajo rendimiento ofensivo. Entre ellos, se destacan:
Presión de la postemporada: La lucha por un puesto en los playoffs podrían estar generando una mayor presión sobre los jugadores, lo que a su vez está afectando su capacidad para relajarse y ejecutar sus swings.
Ajustes defensivos rivales: Los equipos rivales han estado estudiando a fondo a los bateadores de los Mets y han implementado ajustes defensivos que han dificultado aún más la tarea de conectar imparables con corredores en posición de anotar.
Falta de sincronización: El lineup de los Mets ha sufrido varias modificaciones en las últimas semanas, lo que ha dificultado que los bateadores establezcan una buena química y ritmo en sus turnos al bate.
Es importante destacar que el beisbol es un deporte de altibajos y que los equipos pasan por rachas tanto positivas como negativas. Sin embargo, la persistencia de este problema ofensivo representa una señal de alerta para los Mets. La gerencia y el cuerpo técnico deberán analizar a fondo las causas de este bajo rendimiento y tomar las medidas necesarias para corregirlo lo antes posible.