Desde su llegada a los Padres de San Diego a principios de mayo, el rendimiento de Luis Arráez en la temporada no ha dejado de impresionar a propios y extraños. De hecho, si nos fijamos exclusivamente en la segunda mitad las cosas han cobrado mayor relevancia, ya que gracias a su consistencia no ha parado de acumular números que desafían las estadísticas tradicionales.
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Arráez, un bateador complicado
Previo a la jornada de este lunes, La Regadera no solo lidera a la Liga Nacional en cuanto a hits (181), sino también en promedio (.315). Pero más allá de su talento para batear, otra de las cualidades que sobresale este año, y que ha sido motivo de elogios, tiene que ver con su cantidad de ponches.
Para entrar en contexto, el venezolano ha visto acción en 42 juegos en la segunda mitad y en 180 turnos al bate solo ha visto el tercer strike en dos oportunidades. Y es que su habilidad para poner la bola en juego y su inteligencia en el plato lo convierten en un jugador complicado para los lanzadores rivales.
Pero eso no es todo. En sus últimos 11 compromisos batea para .458 de promedio y durante ese periodo no se ha ponchado, pues la última vez sucedió el 10 de agosto ante los lanzamientos del dominicano Roddery Muñoz, de los Marlins de Miami.
"En este beisbol moderno, donde los lanzadores tienen todo tipo de mecanismos y estudios avanzados, este chico (Luis Arráez) no se poncha. Estando 0 y 2 abajo en la cuenta yo digo: 'lo tienes justo donde lo quieres', y no pueden poncharlo", comentó Mike Shildt, manager de los Padres, en una entrevista radial.
Todo parece indicar que Luis Arráez será, por tercer año consecutivo, el bateador calificado con mejor porcentaje de ponches de todas las Grandes Ligas, pues suma un total de 26 en 574 turnos hasta los momentos.
En caso de mantener ese excelente ritmo, y que no lo ponchen en más de cuatro ocasiones en lo que resta de calendario regular, el venezolano será el primer jugador desde 2005 en acumular menos de 30 ponches en una campaña con al menos 500 turnos al bate.
