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En una noche donde los números hablaron por sí solos, el venezolano Luis Arráez demostró una vez más por qué es considerado uno de los bateadores más consistentes de las Grandes Ligas. En el duelo entre los Padres de San Diego y los Marlins de Miami, disputado el pasado sábado 10 de agosto, el versátil jugador criollo conectó dos imparables en seis turnos al bate, manteniendo así su promedio de bateo en un sólido .302.
Luis Arráez supera a Shohei Ohtani en la lucha por el liderato
Esta destacada actuación adquirió un significado especial al conocerse que su principal perseguidor en la lucha por el título de bateo de la Liga Nacional, el japonés Shohei Ohtani, no pudo sumar indiscutibles en su encuentro contra los Piratas de Pittsburgh. Con este resultado, Ohtani vio disminuir su promedio a .300, cediendo así el primer lugar a Arráez.
Lo más sorprendente de esta hazaña es que "La Regadera" ha logrado mantener este nivel de excelencia a pesar de jugar con una lesión en el ligamento del pulgar izquierdo.
Esta condición física, que podría mermar el rendimiento de cualquier otro jugador, no ha sido obstáculo para el venezolano, quien continúa demostrando una tenacidad y determinación envidiables.
El oriundo de San Felipe, quien ha sido reconocido en múltiples ocasiones por su habilidad para conectar imparables y su capacidad para poner la bola en juego, se ha convertido en una pieza fundamental para los Padres de San Diego. Su liderazgo dentro y fuera del terreno de juego, sumado a su talento natural, lo han posicionado como uno de los jugadores más queridos y respetados de la MLB.
Arráez no solo reafirma su condición de líder en la Liga Nacional, sino que también se acerca cada vez más a la posibilidad de conquistar su tercer título de bateo en las Grandes Ligas. El primero llegó con los Mellizos de Minnesota, el segundo con los Marlins y el tercero podría ser con los Frailes.