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En la historia de las Grandes Ligas, alcanzar cuatro hits en un solo juego es un logro reservado para los mejores bateadores. Sin embargo, solo unos pocos peloteros han convertido esta hazaña en una costumbre, encabezados por el legendario Ty Cobb, quien ostenta el récord con 87 juegos de cuatro imparables.
Cobb, miembro del Salón de la Fama y considerado uno de los más grandes bateadores de todos los tiempos, acumuló 4,191 hits en su carrera y dejó una marca con su agresivo estilo de juego y su impresionante capacidad ofensiva.
En el segundo lugar de la lista se encuentra Pete Rose, líder histórico de hits en la MLB con 4,256. Registró 73 juegos de cuatro imparables, mostrando su consistencia y habilidad para encontrar la pelota durante sus 24 temporadas en Las Mayores.
Stan Musial, una de las leyendas de los Cardenales de San Luis, ocupa el tercer puesto con 67 encuentros de cuatro hits. Su excepcional bateo lo llevó a acumular 3,630 imparables y tres premios MVP a lo largo de su ilustre carrera.
George Sisler, reconocido por su promedio de bateo y su temporada de 257 hits en 1920, tuvo 65 juegos con cuatro imparables, demostrando su dominio en la caja de bateo.
Finalmente, Wade Boggs y Paul Molitor comparten el quinto lugar con 62 juegos de cuatro hits cada uno. Boggs, maestro del contacto y cinco veces campeón de bateo, se destacó con los Medias Rojas y los Yankees. Molitor, por su parte, combinó velocidad y habilidad con el madero, terminando su carrera con 3,319 hits.
Estos jugadores dejaron su marca en la historia del mejor beisbol del mundo, estableciendo un ejemplo a seguir de excelencia para futuras generaciones de bateadores que buscan la consistencia y el dominio en el plato.
Luis Arráez es el jugador en la actualidad que parece capaz de incluirse en este prestigioso ranking de los mejores bateadores. Hasta los momentos, "La Regadera" ostenta 18 juegos de al menos 4 hits en su fenomenal carrera por la MLB.