Luis Ernesto Aparicio Montiel, histórico campocorto de los Chicago White Sox, hizo su debut en las Grandes Ligas el 17 de abril del año 1956, con la edad de 22 años de edad y siendo uno de los prospectos más esperados en ese momento.
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Desde su llegada al mejor béisbol del mundo, deslumbró con su capacidad de poner la pelota en juego y su velocidad para robar grandes cantidades de bases, siendo una de sus máximas herramientas en el área ofensiva y en lo individual.
Pese a que Luis Aparicio no es recordado como un bateador de poder, el nativo de Maracaibo conectó un total de 83 jonrones en sus 18 años de servicios en la MLB. Y cabe destacar que hoy se cumplen 68 años de que el campocorto de los Chicago White Sox desapareció la bola al zurdo de los Kansas City Athletics, y futuro Hall de la Fama, Tom Lasorda.
Durante esa campaña de 1956, Aparicio despachó tres cuadrangulares en las 533 apariciones en el plato, dejó un promedio de .266, un OBP de .311, se robó 21 almohadillas, conectó 142 imparables de los cuales 19 fueron dobles y seis triples, impulsó 56 carreras y anotó otras 69. Lo que le valieron al venezolano para hacerse del premio novato del año.
Con poder ocasional
El nativo de Maracaibo se voló la barda a menos en dos oportunidades en 17 de las 18 temporadas que jugó en las Grandes Ligas. Su mejor zafra en el departamento de los jonrones fue la de 1964, su segunda con los Orioles de Baltimore, cuando dio 10 bambinazos.
Curiosamente su último jonrón en la MLB fue al igual que el primero ante un futuro Hall de la Fama, en ese caso lo hizo ante Jim Palmer, de los Orioles de Baltimore, el 29 de septiembre de 1972. Lo que deja como su peor zafra jonronera la última que jugó en 1973, ya con los Medias Rojas de Boston, el criollo no pudo sacar la bola en 499 turnos al bate.
