Tras el inicio de la Serie de División entre Dodgers de Los Ángeles y Padres de San Diego, el pasado sábado 5 de octubre, un detalle quedó claro para el conjunto de Dave Roberts: Sus abridores deben ajustar o seguirán dando dolores de cabeza.
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En esa oportunidad, el equipo de Los Ángeles se llevó la victoria 7-5 pese a una labor deficiente del abridor japonés Yoshinobu Yamamoto, quien permitió las únicas 5 carreras de su rival en espacio de 3.0 innings.
Pero ese mismo guión no pudo repetirse el pasado domingo, cuando una salida irregular de Jack Flaherty dejó abajo en la pizarra a su equipo desde muy tempranas instancias del compromiso, pues recibió tres rayitas en solo 2 episodios completaos.
¿El resultado? Una victoria apabullante 10-2 para la novena de San Diego, que también castigó al relevo de su similar californiano.
Un constante dolor de cabeza
Registrar una salida de calidad parece ser la primera tarea pendiente para la rotación de los dirigidos por Dave Roberts, una que deberán cumplir Walker Buehler y/o Landon Knack, quienes son los otros dos serpentineros anunciados por Los Ángeles para esta postemporada.
Aunque, por supuesto, las lesiones de Clayton Kershaw, Tyler Glasnow, Gavin Stone, Tony Gonsolin y Dustin May, comienzan a pesar en este momento de la campaña.
Hasta ahora, la rotación abridora de los Dodgers ha permitido 20 hits, 7 jonrones y 15 carreras en los primeros dos compromisos de la Serie Divisional por la Liga Nacional ante su similar de San Diego.