En una noche para olvidar, Justin Verlander fue retirado del montículo tras permitir ocho carreras en solo tres entradas durante el enfrentamiento del domingo contra los Cascabeles de Arizona. La actuación del veterano lanzador dejó a muchos aficionados y analistas preguntándose sobre su forma actual.
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Los Diamondbacks no perdonaron, con Pavin Smith destacándose al conectar dos jonrones que contribuyeron significativamente a la debacle de Verlander. Sin embargo, no fue solo Smith quien causó problemas; el lanzador de los Astros de Houton mostró dificultades con su control.
De las 34 veces que lanzó sus lanzamientos secundarios, no hubo un solo swing ni fallo, lo que indica una falta de efectividad en su repertorio. Además, las 10 rectas que puso en juego fueron bateadas a un impresionante promedio de 96 mph.
A pesar de que su velocidad fue mejor que en sus dos aperturas anteriores y mantuvo su habitual movimiento en los lanzamientos, Verlander se vio superado en el montículo. Este desempeño plantea preocupaciones sobre su capacidad para competir al más alto nivel, aunque cabe destacar que los D-Backs han hecho que varios lanzadores de calidad se vean mal en los últimos meses.
A pasar la página
Con un récord de 3-6 y una efectividad de 5.30, Verlander se prepara para su próxima apertura contra los Angelinos el próximo fin de semana. Los aficionados y el equipo esperan que pueda recuperarse y encontrar la forma que lo ha llevado a ser considerado uno de los mejores lanzadores de su generación.