Bravos de Atlanta completó una gran remontada en el segundo encuentro de la serie ante Phillies de Philadelphia y todo esto después de estar contra las cuerdas, debido a la gran labor de Zack Wheeler.
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El derecho estuvo lanzando no hit no run hasta el sexto episodio, pero el mejor equipo de todo el beisbol de las Grandes Ligas encontró la fórmula de recuperar camino, hasta remontar la pizarra. En primera instancia, Ronal Acuña Jr. negoció boleto, luego anotó por sencillo de Ozzie Albies y error de Trea Turner.
En ese momento, la afición que se citó en el Truist Park comenzó a jugar su propia Serie Divisional, hecho que marcó la diferencia desde que el marcador estuvo 4 por 1, hasta que Travis D'arnaud la mandó a volar por todo el jardín izquierdo y colocar el encuentro 4 por 3.
"Creo que eso fue lo más importante. Lograr que la multitud volviera a participar y recuperar el impulso de nuestro lado. Fue muy emotivo, especialmente la forma en que regresamos. Este ha sido uno de mis juegos de postemporada favoritos", comentó Travis D'arnaud.
Pero el momento más pletórico fue cuando Austin Riley tomó el turno más importante de la noche, cuando en el octavo episodio cuando encontró a un hombre en circulación y con cuenta favorable de 3-2, el antesalista pescó un lanzamiento para mandar la pelota a las gradas del jardín izquierdo y ocasionar el estallido de la afición.
"El lanzamiento cuando llega, lleva a una velocidad normal. Pero una vez que haces contacto, es lento. Desde el inicio hasta la primera, todo se ralentiza, pero luego bateas primero y todo vuelve a acelerarse", relató el estelar antesalista.
De esta manera, Bravos de Atlanta igualó una serie que en principio estaba cuesta arriba, ahora deberán buscar dos victorias más para poder avanzar a una nueva Serie de Campeonato, aunque visitarán Philadelphia.