En una emocionante noche de béisbol, Juan Soto, a pesar de terminar el turno adolorido, se convirtió en el héroe de los Yankees de Nueva York al conectar un jonrón decisivo que selló la victoria 4-3 sobre los Reales de Kansas City.
NOTAS RELACIONADAS
La atmósfera en el Yankee Stadium se intensificó cuando Soto, tambaleándose por el dolor, se acercó al plato mientras sonaba la icónica melodía de “Rocky”. Desde el dugout, su compañero Jazz Chisholm Jr. sabía que estaba a punto de presenciar algo especial.
“Fue mucho dolor, pero al final traté de concentrarme en ese turno”, comentó Soto tras el juego. “A veces, cuando te golpeas así, te desconcentras un poco. Traté de enfocarme, tomarme mi tiempo y hacer buen contacto”.
En su turno al bate, Soto comenzó con un medio swing que resultó en un foul, pero luego conectó una curva que voló hacia las gradas del jardín derecho, marcando su jonrón número 39 de la temporada, un nuevo récord personal. La explosión de emoción fue palpable, y su famoso bat flip fue una mezcla de celebración y alivio por el dolor que aún sentía.
“Es parte del juego; en verdad uno se molesta cuando te pegas a ti mismo”, dijo Soto. “Cuando haces algo como eso, sientes un pequeño alivio”.
Triunfo vital
La victoria no solo es un testimonio de la habilidad de Soto para superar adversidades, sino también un recordatorio del espíritu competitivo que lo caracteriza. Con su actuación estelar, los Yankees mantienen vivas sus esperanzas en la lucha por un lugar en la postemporada.