No se trata de cómo te caigas, sino la actitud con que lo asumes. Este de seguro es el argumento de muchos en distintos ámbitos de nuestra existencia, palabras que este jueves por la noche calaron en el caso de José Alvarado para los Phillies de Filadelfia.
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El relevista zurdo de encendidos lanzamientos fue llamado durante la 6ta entrada por el mánager de los cuáqueros, Rob Thomson, para encargarse de una situación de sumo peligro, con su equipo arriba 2x1 pero con seria amenaza por parte de los Bravos de Atlanta que tenían a Austin Riley instalado en la inicial por sencillo, toletero que además, venía de jonronear en el inning 4.
Alvarado tenía que enfrentar del poderoso Matt Olson (quien dio 54 jonrones en la Eliminatoria) y lo dominó con elevado al jardín central; el venezolano se mantuvo en la lomita para el capítulo 7, rápido salió de Marcell Ozuna y Sean Murphy sin embargo, incurrió en bases por bolas para Kevil Pillar y su paisano Orlando Arcia.
Ante este complicado panorama fue reemplazo por el comúnmente cerrador, Craig Kimbrel. La pelota es un deporte de conjunto, donde más de una vez se requerirá la ayuda de tus compañeros para no malograr las estadísticas personales, por fortuna esto se cumplió en el caso de José Antonio, el veterano cerrojo aunque también dio boleto a Travis d'Arnaud que llenó las bases, entre el serpentinero y el jardinero central Johan Rojas salieron de Ronald Acuña Jr. quien ligó muy peligrosa conexión que al menos igualaría las acciones.
Así es el beisbol, Alvarado se complicó al final de su presentación, Kimbrel solo un poco menos, pero entre todos pudieron solventar y eventualmente concretaron la victoria 3x1, avanzaron a la Serie de Campeonato contra D-Backs de Arizona y por segundo año al hilo eliminaron a los súper favoritos Bravos.